En el proyecto de "Las aventuras de
Tintín: el secreto del unicornio" hay dos nombres que sobresalen por
encima del personaje protagonista, dos nombres que son sinónimos de
recaudación, de dólares. Uno de ellos fue, hace tiempo, el rey Midas de
Hollywood, el otro puede considerarse un alumno aventajado del primero.
Ellos son Steven Spielberg y Peter Jackson y han unido fuerzas para
trasladar a lo grande, de una vez por todas, a unos de los personajes
emblemáticos del cómic europeo del siglo pasado, la creación del belga
Hergé, el joven periodista Tintín y todos sus personajes secundarios que
durante muchos años hicieron la delicia de toda una generación.
Tintín
se ha llevado ya varias veces al cine, tanto en imagen real como en
dibujos animados pero el resultado siempre fue el mismo: un fracaso.
Tanto Spielberg como Jackson tenían muy claro que "su" Tintín debía ser
animado. Todos sabemos del salto cualitativo que ha dado el cine de
animación gracias a las aplicaciones infográficas. Uno de sus éxitos ha
sido la motion capture o captura de movimiento, un experimento que lanzó
Robert Zemeckis en "Polar express" y continuó en "Beowulf".Y en este
sistema se han fijado los promotores de "Tintín y el secreto del
unicornio" para devolver a Tintín su esplendor sin traicionar el
espíritu comiquero de tan entrañable personaje.
Tintín (Jamie Bell) y su leal perro Milú descubren que la maqueta
de un barco contiene un secreto explosivo. Arrastrado por un misterio
centenario, Tintín se encuentra en el punto de mira de Ivan Ivanovitch
Sakharine (Daniel Craig), un diabólico villano que cree que Tintín ha
robado un valioso tesoro vinculado a un cruel pirata llamado Rackham el
Rojo. Pero con la ayuda de su perro Milú, el mordaz y cascarrabias
capitán Haddock (Andy Serkis) y los torpes detectives Hernández y
Fernández (Simon Pegg y Nick Frost), Tintín viajará por medio mundo,
siempre yendo un paso por delante y siendo más astuto que sus enemigos
en una persecución para hallar el lugar donde finalmente descansa "El Unicornio", un navío hundido que puede contener la clave de una cuantiosa fortuna... y de una antigua maldición.
Dice
Spielberg que conoció a Tintín en los tiempos en los que rodaba una
peliculilla que llevaba por título "En busca del arca perdida". Ha
llovido mucho desde entonces y cabe la posibilidad que el amigo
Spielberg nos esté contando una de tantas trolas que cuentan directores y
actores a la hora d promocionar una película. Pero en su descargo se
puede señalar que en aquel tiempo las técnicas no eran, ni mucho menos,
las que existen ahora. Lo que si es cierto es que Spielberg ha vuelto a
rodar un verdadera montaña rusa llena de aventuras clásicas y repleta de
emoción hasta tal punto que muchos ya van diciendo por ahí que lo que
ha hecho Spielberg es cambiar el sombrero y el látigo de Indiana Jones
por el tupé de Tintín. Si es así, bienvenidos, de nuevo, a la gran
aventura. Y para finalizar queremos recordar que si todo sale bien, la
idea es convertir a Tintín en una nueva saga.
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