Un nuevo mes de septiembre, una nueva alfombra roja y otra edición más del Festival de cine de Venecia que ayer se daba oficialmente por cerrada con la publicación de su palmarés. Y como en todo este tipo de certámenes, la elección de un jurado que este año ha presidido el director americano Michael Mann, uno de esos directores actuales de los que se esperan su próximo trabajo con casi devoción religiosa, ha sido tan aplaudida como criticada.
El coreano Kim Ki Duk, cineasta adicto a los festivales (tendremos que buscar qué película suya no ha sido seleccionada en alguno) y que ya triunfó en una pasada edición con "Hierro 3" premiada con león de plata a la mejor dirección, se ha llevado en esta ocasión el león de oro a la mejor película por "Pietà" una parábola (otra) sobre el capitalismo salvaje que nos rodea ejemplificado en la figura del protagonista, cobrador de deudas que no tiene remilgos a la hora de llegar a mutilar a los morosos que no pueden pagar. En su vida se verá persegido por una mujer que no deja de decir que ella es su madre. La mezcla de poesía y violencia que es la característica del cine del coreano desde su inicios ("La isla") vuelve a sus fueros en una película que ha dividido al sector de la crítica.
Pero si en esta edición habían dos grandes nombres estos han sido los de Paul Thomas Anderson y Terrence Malick y el ganador por derecho propio ha sido el primero con "The master", su quinta película y que ha obtenido los premios al mejor director a al mejor actor aunque esta copa Volpi se ha repartido entre sus dos actores ya que tanto Philip Seymour Hoffman como Joaquin Phoenix han sido galardonados. "The master" se adentra en el mundo de ceirtas sectas y religiones dando pie a que todos vean reflejado en este film la famosa iglesia de la cienciología aunque no hace falta suponer que Anderson irá mucho más allá. Y si Andreson ha ganado, Malick, ha perdido. Poco más de un año después de "El árbol de la vida" su gloriosa y polémica (en muchos aspectos) película, Malick ha defraudado a propios y extraños con su nuevo trabajo "To the wonder" película de la que su "protagonista", Ben Affleck, ha llegado a comentar que en comparación con este nuevo film de Malick, su anterior "El árbol de la vida" parece "Transformers". Vamos que según el actor, el ritmo de "To the wonder" puede resultar a ser exasperante.
Una jovencísima y desconocidísima actriz (e israelí para más señas) llamada Hadas Yaron se habrá llevado una de las sorpresas de su vida cuando advirtió que su nombre estaba en el palmarés, llevándose la copa Volpi a la mejor actriz. Parece que su trabajo en "Fill the void" en el que pelea por casarse por amor y no por intereses familiares dentro de una comunidad judía ortodoxa ha llegado a tocar la fibra sensible del jurado.
Y como ningún palmarés se va sin polémica, ésta llegó con el premio especial del jurado. La austriaca "Paradies: Glaube" fue la culpable. Y es que la relación que establece una mujer hacia Jesucristo no ha terminado de caer bien entre los espectadores de la mostra. Claro que si la relación va evolucionando de la místico a lo sexual y de ahí a lo enfermizo...
Y hasta el año que viene. Mucho trabajo tiene el nuevo equipo de la Mostra para conseguir que el Festival remonte con fuerza entre amenazas cada vez más potentes y que cada vez son más sonoras como las del festival de Toronto y sobre todo del Festival de Roma, ciudad que está emperrada en alzarse por encima de los valores de la mostra, tanto que ha sido capaz de convencer al mismísimo Marco Muller, antaño la cabeza visible del festival de Venecia, para dirigir el festival de Roma. Y en esta ocasión y en espera de lo que nos pueda deparar el festival de la capital italiana, Venecia 2012 no será, ni mucho menos, recordada como una de las mejores ediciones de este certámen.
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