Existió una vez un chaval que deslumbró a la crítica especializada con sus dos primeras películas. Dos ejercicios muy personales e inclasificables como "Alas de mariposa" y "La madre muerta" que otorgaban a nuestro panorama cinematográfico (o parecían otorgar) una nueva voz, una nueva corriente de aire fresco que se descolgaba del panorama existente en aquel momento que basculaba entre películas sobre los efectos de la guerra civil y los personalismos de Almodóvar y su cohorte.
Aquel chaval se llamaba Juanma Bajo Ulloa y cuenta la leyenda que apareció entre bambalinas y su nombre estuvo (por algún tiempo) aliado a cierto proyecto sobre un tal Capitán Trueno. Luego su nombre volvió a desaparecer y el resultado final del film sobre el capitán Trueno es de sobras conocido lo que indica que seguimos estando ante un tipo inteligente que ya sea por sus propios motivos o desavenencias con la productora se desentendió del proyecto antes de que le salpicara semejante desastre.
¿Qué ha sido de él? Sí, cierto que en 2004 apareció fugazmente en cartelera con "Frágil" pero poco más se sabe de este tipo que dio al cine español uno de los más desenfadados y esperpénticos filmes de toda su historia, amén de un éxito taquillero de gran alcance y una aureola de película de culto entre muchos de nosotros. "Airbag" podía ser una película irregular, con muchos altibajos, pero sólo por sus ganas de contar y filmar sin ningún freno, a todo trapo y caiga quien caiga, se merece un "chapeau" ante tanta mojigatería como nos ronda. Puede que la irreverencia de "Airbag" no gustase a muchos y Ulloa se viera ante puertas cerradas. O puede que el vértigo del éxito le hiciera retroceder y escapar del ojo de la cámara. Sea cual sea el "conceto" lo cierto es que "Airbag" solo hay una y como ejemplo "a los hechos me repito". Con ustedes el señor Manquiña...
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