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lunes, 14 de mayo de 2012

PELEADO CON EL ÓSCAR: LEONARDO DICAPRIO


¿Qué debe hacer, que tipo de registro debe superar un actor como Leonardo DiCaprio para conseguir a tío Oscar? ¿Qué clase de miopía contagiosa parecen tener sus compañeros de academia para arrinconarlo una vez sí y otra también? Tal vez podamos entender que DiCaprio todavía es joven y ya llegará al momento de tener su premio y que por delante de él aún quedan unos cuantos a los que agasajar. Pero este mismo caso es el que podríamos achacar a un actor como el hoy totalmente alicaído Harrison Ford, un actor que en los años 80 se desligó de su imagen de Han Solo e Indiana Jones y se embarcó en otro tipo de proyectos como "Blade Runner", "La costa de los mosquitos" o "Único testigo" película por la que consiguió una nominación al Oscar. No lo consiguió entonces y su posterior carrera ha desmentido que en un futuro, cuando estuviera algo más madurito, lo podría conseguir. Pero ni su intervención en "Territorio Prohibido" una de esas películas de tintes sociales que parecen encantar (a veces) a los miembros de la academia le ha servido para una nueva nominación. Claro que siempre nos quedará ese oscar honorífico a toda una carrera que se le da un actor antes de abandonar nuestro mundo. Puede ser el caso de Harrison Ford y esperemos que no lo sea también de Leonardo DiCaprio, un grandísimo actor que no se merece esa "suerte".


Porque DiCaprio despuntó bien jovencito. Obviando su primer papel protagonista en la tercera entrega de la saga "Critters" (seguramente solo unos pocos se acuerdan de ella, por fortuna) una película de bichitos malos que surgió a la estela del éxito (éste sí reconocido) de "Gremlins" y que más que olvidable es infumable (si la primera entrega ya era vacía, qué decir de la tercera), DiCaprio sorprendió a propios y extraños con un fabuloso papel de hermano retrasado de Gilbert Grape, ensombreciendo a los verdaderos protagonistas de la historia, Johnny Deep y la hoy retirada del cine y dedicada a la música, Juliette Lewis. "¿A quién ama  Gilbert Grape?" le valió su nominación al mejor actor secundario. Pero claro, era demasiado joven: tenía 19 años y toda una carrera por delante para llevarse la dorada estatuilla.





Tras participar en otro tipo de películas como "Vidas al límite", "Vida de un rebelde" o "Rápida y mortal" (al servicio de Sharon Stone), Leonardo Dicaprio es elegido para ser el protagonista de cierta megaproducción que hasta hace bien poquito era la película más taquillera de la historia del cine. El sueño megalómano de James Cameron era "Titanic" y el director de "Terminator" y "Aliens, el regreso", no lo olvidemos, escogió a Leonardo DiCaprio para su megaproducción. Una megaproducción que lleva recaudadas a lo largo de su historia la friolera de dos mil millones de dólares y que obtuvo catorce nominaciones de las que la película se llevó once. Leonardo DiCaprio ni siquiera fue nominado. Personalmente puede que no haya sido su mejor actuación pero su personaje lo convirtió en ídolo de quinceañeras. Queremos creer en descargo a los miembros de la academia del cine que su no nominación fue un aviso para navegantes, un "por aquí no, amigo, tu vales mucho más que todo lo que interpretas en "Titanic", busca nuevos retos". Y se quedó sin Oscar.



Puede que fuera así y puede que algún amigo de la academia (porque suponemos que debe tenerlos) le indicó el camino. Y es entonces cuando DiCaprio decide hacerse mayor. Sobre todo después del fiasco de "La playa" donde muchos quisieron ver una continuación en su carrera como ídolo de jovencitas con las hormonas desatadas y se embarca en películas junto a directores consagrados. Es aclamado por "Atrápame si puedes" de Steven Spielberg, se le puede ver en "Red de mentiras" dirigida por el irregular Ridley Scott, vuelve a querer despertar conciencias con "Diamante de sangre" un muy buen ejemplo de como se puede hacer cine denuncia sin abandonar el cine espectáculo y repite junto a Kate Winslet en "Revolutionary road" de Sam Mendes una película donde se ve claramente que lo de ídolo de jovencitas es cosa del pasado en una de las películas más demoledoras de la clase media norteamericana que se han podido sufrir en mucho tiempo. Pero ni por esas.



Y es que tal vez el convertirse en actor fetiche de un director como Martin Scorsese no le hiciera más que un flaco favor. La genialidad de Scorsese está fuera de toda duda y aunque se mantiene en el mundillo (al contrario de muchos de sus contemporáneos) sus trabajos quedan lejos de aquellos que asombraron al mundo en los lejanos años 70. Ni que decir tiene que Scorsese no había conseguido oscar al mejor director, cosa que le emparentaba con diCaprio porque, vamos, que el director de películas como "Toro salvaje" no tuviera la estatuilla...
Y Scorsese se embarca en películas consagradas al oscar y embarca con él a Dicaprio. Busca el premio de forma escandalosa y este deseo influye negativamente en sus películas. No negaremos que son películas poderosas pero no consiguen librarse de ese tufillo, películas a las que se le notan las costuras, películas que buscan agradar a los miembros de la Academia. No lo consigue ni con la desmesurada "Gangs of New York" ni con "El aviador" tal vez una de las más academicistas películas filmadas por el director italoamericano. Y en la tercera colaboración entre Leonardo y Martin suena la flauta. "Infiltrados" también es una película poderosa y Scorsese vuelve al mundo gangsteril en el que tan bien se mueve. Y a Scorsese parece que le ha llegado su hora y sale premiado. Ya es mayorcito y ya toca. No importa que sea un remake de una película oriental, ni que no sea una de las mejores películas del director (tal vez es su película más cercana a los cánones de Hollywood) pero es su hora. ¿Y Leonardo Dicaprio? Vuelve a quedarse con las manos vacías.



Y después de repetir con Scorsese en la amada/odiada "Shutter Island" y protagonizar una de las mejroes cintas de ciencia-ficción de los últimos años, el "Origen" del aclamado Christopher "Batman" Nolan  DiCaprio se alía con uno de los directores más creativos y a contracorriente que tiene el mainstream ollywoodyense: el doblemente oscarizado Clint Eastwood. Y realiza otra de sus portentosas interpretaciones convirtiéndose en Edgar J. Hoover, uno de los personajes más controvertidos, odiados y temidos de la historia de los Estados Unidos. Pero Leonardo diCaprio ha llamado tarde a la puerta del éxito de Eastwood. El veterano director ya ha sido reconocido suficientemente y aunque su película esté por encima de muchas de las nominadas en la cosecha del 2011 (oscars 2012), "Edgar" queda silenciada en las nominaciones y con ellas la nueva actuación para enmarcar de DiCaprio.



Y volvemos al principio:¿Qué debe hacer, que tipo de registro debe superar un actor como Leonardo DiCaprio para conseguir a tío Oscar?. Claro que tal vez estemos equivocados y el rechazo por parte de la academia (sus compañeros) a darle la dorada estatuilla no tenga que ver con la envidia por su saber a la hora de actuar sino más bien con la envidia (acompañada de un poquito de lujuria) de ver las compañías sentimentales que se gasta el amigo DiCaprio. Y si es por eso, estamos de acuerdo.




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