Cuando los hermanos Strause que hasta ese momento se habían conseguido crear un cierto renombre como técnicos en efectos especiales (suyos son los de la tercera parte de la saga de "Terminator", los de "Los cuatro fantásticos" o "300"), se lanzaron a la dirección con la difícil tarea de levantar dos iconos como los aliens y los predators en "Aliens vs. Predators, 2" (algo que no consiguieron como tampoco lo consiguió la anterior película que reunía a estas dos razas alienígenas ni la posterior actualización protagonizada por Adrian Brody, "Predators" y en espera de lo que quiere hacer (de nuevo) el prolífico Ridley Scott que anda metido en una precuela de su alien) consiguieron, al menos, despertar las simpatías de todos aquellos fans de estos dos personajes por una película que si no aportaba nada nuevo ni mejor a estos dos universos, por lo menos hacían gala de un conocimiento de ellos y trufaron la películas de homenajes varios bastante bien colocados para que el espectador forofo recordara los memorables momentos que tuvieron ambas sagas (sobre todo la inigualable "Aliens, el regreso" de cuando James Cameron era James Cameron y no el mesías que ha de devolver al cine su esencia con el manido recurso del 3D).Pero por si eso no fuera bastante son capaces de reciclar la esencia final de una película tan desoladora como "Distrito 9", una copia tan banal e insulsa que incluso cae en el ridículo. No vamos a desvelar en qué se fijan por no desvelar acontecimientos importantes de los dos films, pero sí decir que la suma de tanto plagio no consigue aportar fuerza a la película y sí una sensación de continuo "déjà vu" que llega a hacerse cansino.
De todas formas decir que su diseño de su producción es francamente bueno y que dentro de su ritmo irregular, la película tiene varios momentos que puden hacer disfrutar al fan de la ciencia ficción, amén de unos efectos especiales marca de la casa y que terminan por ser lo mejor de la función en esta producción que sin tener un alto coste, consigue disimular sus carencias en su formato visual. Aunque todos eso queda en aguas de borrajas ante una historia a la que le falta mucha solidez y que solo es capaz de salvarse cuando se dedica a plagiar otros éxitos pasados. Una serie B de usar y tirar que por emular, incluso calca muchos de los tics de los formatos de las actuales series de televisión estadounidenses, por cierto, muchas de ellas con un grado de originalidad que ya quisieran para sí muchas de estas películas a las que "Skyline" pertenece.








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