CAMINO A LOS OSCARS: LA CARRERA DE LOS PREMIOS (1)

Comienza la carrera por los oscars. A partir de ahora no nos llegarán más noticias desde los Estados Unidos que los premios que se conceden aquí, allá y acullá a mejor película, a mejor director, a mejor actor, etc., etc., etc.

De los primeritos en dar sus galardones ha sido el Círculo de críticos de Nueva York. Y par sorpresa de muchos, la elegida ha sido "The artist", una cinta francesa, muda y en blanco y negro. Casi nada. Claro que la cinta es muda y en blanco y negro porque viaja en el tiempo, hacia los primeros tiempos del mundo del cine. Y parece ser que su director lo ha hecho tan bien, que ha sido galardonado como mejor dirección. Una película a tener en cuenta por los cinéfilos de pro ya que en Cannes, festival en el que se presentó la película ya dejó muy buenas sensaciones.

Otra película premiada ha sido "Margin Call" como mejor ópera prima, una película que ya se encuentra en nuestros cines y que cuenta a modo de thriller la noche anterior al desplome financiero. Un ejercicio de primera para conseguir una pelicula inteligible al espectador sobre el mundo de las finanzas de hoy en día. Su reparto, aunque no ha sido premiado, está glorioso (excepto tal vez Demi Moore, aunque tal vez habría que achacarlo a su personaje, el más desdibujado y gris de toda esta historia). 

Y en el capítulo actoral tenemos a Brad Pitt que cada día que pasa crece más aunque ha dicho en una entrevista reciente que se plantea el retiro de aquí a unos tres años, a Meryl Streep que se mete en el papel de Magaret Tatcher, a la guapísima Jessica Chastain y a Albert Brooks, en su secundario pero fenomenal papel en "Drive" uno de los estrenos más esperados por algunos.

Estos son los galardonados:

Mejor Película: "The artist", de Michel Hazanavicius.
Mejor Dirección: Michel Hazanavicius por "The artist".
Mejor Guión: Steven Zaillian y Aaron Sorkin por "Moneyball: Rompiendo las reglas".
Mejor Actriz: Meryl Streep por "La dama de hierro".
Mejor Actor: Brad Pitt por "Moneyball: Rompiendo las reglas" y "El árbol de la vida".
Mejor Actriz de Reparto: Jessica Chastain por "El árbol de la vida", "Criadas y señoras" y "Take Shelter". Mejor Actor de Reparto: Albert Brooks por "Drive".
Mejor Fotografía: Emmanuel Lubezki por  "El árbol de la vida".
Mejor Documental:"La cueva de los sueños olvidados", de Werner Herzog.
Mejor Película Extranjera: "·Nader y Simin, una separación", de Asghar Farhadi.
Mejor Ópera Prima:"Margin Call", de J.C. Chandor.
Premio Especial: para Raoul Ruiz.

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FRIKIESCENAS DE AYER, HOY Y SIEMPRE: "HOT SHOTS 2"

A lo largo de la historia del cine hay películas que cuando te las nombran viene a tu mente una escena concreta, algo que retuvo tu memoria en el momento en que la viste, un recuerdo indeleble. Es imposible no pensar en "El imperio contraataca" y no ver a Darth Vader confesándole su secreto a su hijo, en "Pulp Fiction" y no ver el baile erotico/pasota de Uma Thurman y John Travolta, se recuerda a Escarlata gritando a los cuatro vientos que "no volverá a pasar hambre" si alguien hace algún comentario de "Lo que el viento se llevó"; el secreto de "Rosebud", palabra mítica que pronuncia Foster Kane al morir en "Ciudadano Kane"; el ataque de los helicópteros al son de las valkirias en "Apocalypse Now", tantas y tantas escenas que podríamos continuar hasta el infinito y más allá. 

Pero si una escena vale por toda una película esa forma parte de una chorrada tan enorme como la segunda parte de "Hot shots". Cine dentro del cine, homenaje en 40 segundos a tantos niveles que parece inconcebible que una escena guarde tantas referencias. Homenajear/parodiar de esa manera a "Apocalypse Now" da la sensación que el mismísimo Coppola se ha sentado detrás de la silla para reírse de su pasada locura en las Filipinas. Pero es no es todo. El film está protagonizado por Charlie Sheen mientras que "Apocalypse now" estaba protagonizada por Martin Sheen. Padre e hijo en la vida real. Padre que se ofrece a realizar un cameo en semejante astracanada. Y la frase final cuando se cruzan. Tan demencial como original. Sólo a tipos como los que perpetraron "Hot shots 2" se les podía ocurrir algo así. Y, sí, padre e hijo también comparten papeles en la película "Wall Street" de Oliver Stone. Lo dicho puro metacine, una escena llena de capas que solo los mas frikis podemos disfrutar:

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LOS VIERNES ESTRENO. EL ESTRENO AUTORAL DE LA SEMANA. "UN MÉTODO PELIGROSO"

Nos atrevemos a aventurar que el cine de David Cronenberg tiene una unidad temática que el autor canadiense ha ido modelando con la experiencia vital y con los años: el interior del ser humano. Ya los títulos de sus primeras películas lo decían todo: "Virus", "Cromosoma 3", "Vinieron de dentro de...", todas enmarcadas en el mítico y nunca bien ponderado género del terror, aunque un terror muy personal donde la sexualidad reprimida se palpaba en muchas de sus escenas.

Poco a poco, Cronenberg fue deslizándose hacia la mente humana: "Inseparables" sería la película puente para luego seguir con "Spider", El almuerzo desnudo" o "Crash". Si quieren saber más sobre lo comentado no tienen más que pinchar el siguiente enlace:

http://lgevasion.blogspot.com/2010/03/critica-promesas-del-este-las.html

Puede que "un método peligroso" sea la culminación de este interés casi malsano que Cronenberg tiene por los entresijos de nuestra psique. Y es que adaptar a su terreno a personajes claves del psicoanálisis como Freud o Jung es, cuanto menos, algo así como un triple salto mortal sin red, algo sólo al alcance de unos pocos elegidos y Cronenberg puede vanagloriarse de estar entre ellos.

Zúrich, 1904. El psiquiatra Carl Jung, de 29 años, está empezando su carrera profesional y vive en el hospital Burghölzli con sus esposa embarazada. Jung ensaya el tratamiento experimental inventado por Freud, el psicoanálisis o “curación por la palabra”, como también se conocía entonces, con Sabina Spielrein, una paciente de 18 años.

Sabina es una joven rusa, muy culta, que habla alemán a la perfección, con un diagnóstico de histeria que puede llegar a la violencia. En sus conversaciones con Jung, revela haber tenido una infancia plagada de humillaciones y palizas que le infligía un padre autoritario. El psicoanálisis no tarda en sacar a la luz un inquietante elemento sexual en su disfunción, apoyando la teoría de Freud que relaciona la sexualidad con los desórdenes emocionales.

Jung y Freud traban amistad a través de un intercambio epistolar acerca de Sabina, y su primera reunión solo puede describirse como maratoniana. A la vez que la relación entre los dos psiquiatras se estrecha, Freud ve en Jung a su heredero intelectual, también lo hace la relación entre Jung y Sabina, una mujer brillante a pesar de su enfermedad. El tratamiento tiene éxito y Sabina decide convertirse en psiquiatra con el apoyo de Jung.

Pero acontecimientos posteriores harán que esta especie de triángulo médico y mágico termine por estallar.

Trabajar con Cronenberg es hoy en día un regalo para cualquier actor. Así que esta vez, y van tres, el director canadiense ha repetido con Viggo Mortensen que encarna al mismísimo padre del psicoanálisis, el super prolífico Michael Fassbender (si un día tenemos tiempo, mucho tiempo, haremos un listado de las películas en las que ha participado en estos últimos tiempos) tiene la responsabilidad de hacer de Jung y Keyra Knightley es la paciente y pupila de Jung. por si esto no fuera bastante, el guión es de Christopher Hampton que tiene firmados libretos como "Expiación" o "Las amistades peligrosas".

"Un método peligroso" tiene todos los ingredientes que han obsesionado/apasionado a Cronenberg a lo largo y ancho de su carrera cinematográfica y seguramente también de su vida, en un juego mental y asfixiante entre tres poderosas mentes. Pasen y vean. Seguro que no les defraudará.

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LOS VIERNES ESTRENO: EL ESTRENO FAN DE LA SEMANA. "EL GATO CON BOTAS"

Era de esperar: cuanto más cansina y repetitiva era la figura del ogro más famoso del mundo, Sherk, un tipo que de simpáticamente asqueroso (en la primera parte) pasó a abonimablemente empalagoso a lo largo de la saga, más crecía el carisma de uno de sus personajes secundarios: el gato con botas.

Mezcla de avispado zorro y de amado felino, la productora tuvo además el acierto de contratar a Antonio Banderas (que recordemos también había sido el Zorro) para su doblaje, un Antonio Banderas que curiosamente conseguía uno de los papeles de su vida... sin que se le viera la cara.

Puede que la saga Shek estuviera totalmente agotada pero otros productos de la Dreamworks en esto de la animación en 3D, como por ejemplo "Como entrenar a tu dragón", un verdadero divertimento lleno de emoción, ternura e inteligencia, hacen que "El gato con botas", la nueva apuesta de la productora sea, cuánto menos, apetecible.

Así que esta es la épica historia de la estrella felina más graciosa del cine, el Gato con Botas. Mucho antes de que conociera siquiera a Shrek, el conocido espadachín, amante y fuera de la ley Gato con Botas se convierte en un héroe al emprender una aventura junto a la dura y espabilada Kitty Zarpassuaves y el astuto Humpty Dumpty para salvar a su pueblo.

Complicándoles las cosas por el camino están los infames forajidos Jack y Jill , que harán cualquier cosa para que Gato y su banda no lo consigan.

Y estos son los personajes protagonistas a uno y otro bando:

El gato con botas
Conocido en todo el mundo como el espadachín más atrevido, mujeriego y guay de todos los alrededores, EL GATO CON BOTAS nunca habría imaginado que se convertiría en un héroe legendario. Criado en un pequeño orfanato su único amigo era un travieso huevo llamado Humpty Alexander Dumpty, con él que realizó varias hazañas juveniles que llevaron al Gato a ser un forajido. Años después el Gato se enfrenta a la aventura de su vida a medida que descubre el camino de la redención que está lleno de viejos enemigos, nuevos amigos, y lo más importante, la oportunidad de convertirse en un héroe con botas.

Kitty Zarpas Suaves
Entre los más temidos y respetados ladrones, KITTY tiene la misma habilidad con la espada que el Gato con Botas, así como el baile y la actitud gatuna. La diferencia es que sólo se preocupa por la victoria…hasta que conoce al Gato con Botas.

Humpty Alexander Dumpty
Es un ingenioso inventor que solamente tiene una idea: cómo hacerse rico. Para poder realizar el mayor atraco de su vida, se reúne de nuevo con el Gato con Botas. Solamente con su ayuda podrá hacer realidad su sueño de la infancia de encontrar las habichuelas mágicas.

Jack y Jill
Son dos desagradables forajidos que llevan una vida criminal. Ellos son codiciosos, malos y feos. El Gato con Botas tendrá la mala suerte de encontrarse con ellos en su camino y se enfrentarán para que el Gato pueda continuar con su heroica hazaña.

Junto a la voz de Antonio Banderas, (siempre en la versión original) escucharemos a Salma Hayek, Zach Galifianakis y a Billy Bob Thornton. Dirige Chris Miller y esperamos que esté a la altura de "Lluvia de albóndigas" original y más que agradable cinta de animación que también dirigió. Claro que también estuvo a los mandos de la tercera parte del ogro verde, sí, sí, ese que de ogro marrano pasó a ser cortesano de la corte.

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LAS SOMBRAS DEL CINE (Y DE HOLLYWOOD): EL LADO OSCURO

Siempre hemos considerado (o así nos lo han hecho creer) que el mundo del cine es una fantasía luminosa (aunque las películas se vean en una oscura sala), lleno de luces, de glamour, de estrellas rutilantes a las que nos quisiéramos parecer, ídolos que se pasean por alfombras rojas con vestidos despampanantes y joyas deslumbrantes a la espera de conseguir sus ansiados premios mientras nosotros, pobres mortales, esperamos más allá de las vallas a que nuestro ídolo se acerque y se haga una foto junto a nosotros en nuestro móvil (antes era un autógrafo ¿recuerdan?). 

El cine y Hollywood como su mayor gran ejemplo, es un mundo lleno de sueños, sí, pero también de quimeras, de verdades a medias y hasta de pesadillas. El séptimo arte también tiene su lado oscuro y al igual que atrajo a Darth Vader, nosotros tenemos una especie de morbo que nos acerca a ese lado peligroso. En el cine, en sus más de cien años, hay muchas historias trágicas, desde el cine mudo como Roscoe "Fatty" Arbuckle hasta el más reciente caso de Heath "para siempre Joker" Ledger, películas condenadas al olvido, cineastas caídos en desgracia, historias oscuras como la famosa caza de brujas en Hollywood, asesinatos, escándalos sexuales y otras lindezas que también conforman un mundo, el del cine, en el que también hay lugar para las sombras. 

Tras las bambalinas existen otras historias, algunas descarnadas, otras tristes, que necesitan una reivindicación. Y desde esta nueva sección iremos desgranando algunos de esos casos que una vez quisieron ser archivados pero que todos hemos terminado por escuchar alguna vez. Bienvenidos al lado oscuro. 

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EL ESTRENO (PARA OTROS) DE LA SEMANA: UN DIOS SALVAJE

Roman Polanski parece estar viviendo una segunda juventud. Lejos quedan sus fiascos como lo fueron "Piratas" o "La novena puerta" que desgraciaba una más que aceptable novela de nuestro conocido Pérez-Reverte. Puede que la mezcla del cineasta que fue antaño con la descarada polémica en su vida privada (una caso de violación de menores por el cual todavía no puede pisar suelo estadounidense) ha hecho que le salgan muchos más defensores de los que tenía y puede que sus últimas obras, gracias a esos defensores, se hayan magnificado. También es cierto que tal y como tenemos el panorama cinematográfico en la actualidad, no es de extrañar que cualquier nuevo film del director polaco (el que tuvo, retuvo) se encuentre muy por encima de la media aunque sean obras de marcadas por un cierto tufillo comercial bien disfrazadas de cine de autor como fueron la oscarizada "El pianista" o la más reciente "El escritor".

Dos niños de unos once años se enfrentan con violencia en un parque. Labios hinchados y algún diente roto.... Los padres de la "víctima" han invitado a su casa a los padres del "matón" para resolver el conflicto. Lo que comienza siendo una charla con bromas y frases cordiales adquiere un tinte más violento a medida que los padres van revelando sus ridículas contradicciones y grotescos prejuicios sociales.

Este es, a grandes rasgos, el guión en el cual ha estado trabajando Roman Polanski y que se basa en un texto teatral de Yasmina Reza, "Un dios salvaje" y que ha acompañado al director en esta nueva andadura cinematográfica. Lo que si le permite a un director con una gran historia detrás es contar con actores de la talla de Jodie Foster, Kate Winslet, John C. Reilly y Christoph Waltz.

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EL ESTRENO (PARA UNOS) DE LA SEMANA: "CREPÚSCULO: AMANECER, PARTE I"

Por mucho que a algunos les duela, la saga "Crepúsculo" le ha dado una nueva vida comercial a la industria del cine: se ha descubierto que las preadolescentes con las hormonas revueltas son un grandísimo caldo de cultivo para llenar las salas, reventar las taquillas y, por tanto, llenar los bolsillos de ciertos avispados productores que han decidido (al igual que se hizo con la saga de Harry Potter) dividir en dos películas, la parte final de las novelas en las que se han basado las películas.

Nada nuevo bajo el sol si no fuera porque nos acercamos al desenlace, estamos en el principio del fin: Por fin, la angustiada Bella y el soporífero Edward terminan por casarse. A partir de ahí, una esplendorosa luna de miel que acaba con el embarazo de Bella. Un embarazo difícil (mezcla genética de vampiro y humano) que pondrá en peligro a nuestra protagonista una vez más. Pero, ¿como conseguirá Edward esta vez salvar a su amada cuando el peligro viene del propio vientre de su reciente esposa y producido por el que puede ser el primer ser de una nueva generación y su propio hijo? ¿Y que tiene que decir al respecto nuestro hombre lobo pectorales favorito, Jacob?.

Muchas, pero que muchas preguntas que tendrán que esperar a ser desveladas en lo que  va a ser el último capítulo de una de las sagas más lentas, repetitivas e insípidas de la historia del cine. ¡Ah! y que conste que hemos visionado las tres partes anteriores y ni siquiera David Slade, al que le tenemos un cierto aprecio a la hora de aforntar el género fantástico, ha conseguido levantarnos el ánimo en la tercera parte de esta saga milimetrada para ser lo que es, sea quien sea el director que maneja los cables detrás de la cámara. Para esta ocasión se ha elegido a un director de renombre, Bill Condon, que tiene incluso un Oscar pero, la verdad, es más una nueva operación de markéting que una apuesta por conseguir algo nuevo, algo diferente en una saga que no sorprende ya ni a aquellos que no son fans o ni siquiera les ha dado por leerse los libros.

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"BRAVE (INDOMABLE): EL TRAILER DE LO ÚLTIMO DE PIXAR.

No es lo que digamos nosotros, es que lo dice todo el mundo: Píxar es ahora mismo la gran esperanza convertida en realidad en el mundo de la animación desde el momento en que pusieron a trabajar sus ordenadores para llenarlos la cabeza y el corazón con su talento y su fantasía. Les pedimos que sean perfectos y cuando nos regalan "Cars" y su secuela, creemos que ya se están precipitando en la falta de ideas y de originalidad. Pero, ¿cuántos pueden mantener el listón tan alto durante tanto tiempo y durante tantas películas?. 

Cuando uno de los grandes como por ejemplo John Huston o Alfred Hitchcock daban un traspié y nos ofrecían una película mala, se le consideraba una "obra menor", un eufemismo que seguramente, al paso de los años, también adjudicaremos a los "trabajos menores" de la Pixar. Sea como sea, nos llega el trailer de su último y ¡como no! esperado trabajo que lleva el título de "Brave (Indomable)", una aventura que nos lleva a la Edad Media: 

Merida, una habilidosa arquera hija del Rey Fergus y de la Reina Elinor está decidida a labrarse su propio camino en la vida y desafía una costumbre milenaria y sagrada de los ruidosos señores de la tierra: el enorme Lord MacGuffin, el huraño Lord Macintosh  y el cascarrabias Lord Dingwall. Sin quererlo ni beberlo, las decisiones de Merida desencadenan el caos y la furia en el reino. Y cuando acude a una excéntrica y sabia anciana en busca de ayuda, se le concede un desventurado deseo. 

Venga, vamos con el trailer:

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CRÍTICA. CONAN, ¡QUÉ BÁRBARO!

Admitámoslo: Las malas crítica de la nueva versión del cimerio que a los días siguientes de su estreno fueron cayendo en diversos medios de comunicación, hicieron que "Conan, el bárbaro" dejara de ser, para nosotros, una prioridad. Pero finalmente, vayan ustedes a saber porqué, tal vez porque somos pelín masocas o porque en el fondo todo aquello que tiene que ver con otra de nuestra pasiones (el cómic) nos atrae como si de la música del flautista de Hamelín se tratara, hemos terminado por caer en la tentación y visto lo visto podemos decir que no era para tanto.

No queremos decir con esto que "Conan, el bárbaro" sea una buena película, que no lo es. Pero no es peor que otros productos manufacturados de la mima manera que la película del cimerio. "Conan, el bárbaro" es, sencillamente, un producto de nuestro tiempo. Igual que el "Conan" de John Milius lo era del suyo para bien y para mal. Para algunos sobrevalorada, para otros convertida en objeto de culto, vale decir que Milius perteneció a aquella generación de directores y guionistas que se englobaron en lo que se dio por llamar "el nuevo Hollywood" en los años 70. Queremos decir que su "Conan" llega tarde para un film en el que Milius nos presenta a un personaje que parece vivir por encima del bien y del mal (algo a lo que ayudó el hieratismo facial y actoral de un iniciatico Arnold Schwarzenegger), un personaje solitario, puro (en cuanto no viciado por la sociedad) e invencible, un personaje que sólo se basta de él para conseguir sus propósitos (todos aquellos que conocen la ideología de John Milius, saben que no se le puede considerar un izquierdoso, precisamente) algo que se estaba poniendo en boga con otros personajes como el ínclito John Rambo, el más claro ejemplo de lo que quería entonces la administración Reegan, solventado de un plumazo todos los traumas de la derrota en la guerra de Vietnam y que tantas veces se había enseñado en el cine del nuevo Hollywood ("El cazador", "El regreso").

La capacidad autoral del "Conan" de Milius" entronca entonces con los últimos estertores de una forma de entender el cine, más personal y arriesgada donde el director es el responsable de llevar a buen puerto su obra. Tarde, pero entroncada en su tiempo como ya hemos dicho anteriormente. Al igual que el "Conan, el bárbaro" versión Marcus Nispel, uno de esos directores artesanos subordinados a los grandes estudios y que ponen su "savoir faire" al servicio de toda una maquinaria construida con un único fin:el conseguir dólares, el mercantilismo. Sí, "Conan, el bárbaro" carece de algo tan importante como garra, fuerza y sobre todo, espíritu, algo que sí tenía la antigua versión. "Conan, el bárbaro" es otra película más donde el envoltorio formal importa sobre personajes, sobre su historia, sobre el mismísimo guión, sin importar el nombre de quien dirige el proyecto porque todos sabemos que quien realmente dirige está por detrás, entre bambalinas. Y así, gracias a la infografía, podemos ver, en todo su esplendor, ciertos paisajes existentes en la era hyboria. Y nada más.

Porque la historia o el guión o como se le quiera llamar tiene menos vida que los hombres de arena a los que se enfrenta un Conan interpretado por un Jason Momoa que, bien por él, si que se zambulle en lo que puede ser un Conan cinematográfico, poniendo verdadero interés, el único de todo el equipo de rodaje. Así, los minutos van pasando de forma anodina, en una serie de pasajes interconexionados por un débil hilo que no consigue atrapar tu atención. Tal vez se podría salvar la escena inicial donde un pequeño Conan se enfrenta a cuatro salvajes a los que elimina y que si que tiene la garra que luego se echa en falta en todo el resto del metraje. Si a eso le sumas que Marcus Nispel está más que desangelado que nunca en las esperadas escenas de acción y lucha nos llega un producto descafeinado con un envoltorio de gran empaque visual. Pero eso sólo, es hacerle un flaco favor a un personaje de cómic con tantos años de historia y que tantos buenos momentos nos hizo pasar. Y encima nos han escatimado ese brutal puñetazo al camello, ¿Verdad, Lolus?

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LOS VIERNES ESTRENO:

No hace muchos años que nos sorprendía una película titulada "Bienvenidos a Zombieland", una mezcla de comedia adolescente y cine de terror (en este caso dentro de la actual moda zombie) que  nos regalaba un guión chispeante y una historia muy bien equilibrada entre ambos géneros. El mismo director, Ruben Fleischer y el mismo protagonista, Jesse Eisenberg, que tuvo la suerte de participar en "La red social" de David Fincher, se han marcado "30 minutos o menos". Nick se encuentra atado a un verdadero problema. No tiene nada que ver con que sea estudiante universitario y dejara os estudios para convertirse en repartidor de pizzas. El problema que tiene atado es una bomba en su cuerpo. Una bomba que le obliga a atracar un banco junto a un grupo de chavales tan inútiles en estos menesteres de robo como él. ¿Risas garantizadas?

El temible Roland Emmerich, que ha perpretado películas como "2012" o "El día de mañana" se atreve ahora con el mismísimo Shakespeare. Pero, atención a aquellos eruditos que se empiezan ya a rasgar las vestiduras: afortunadamente no le ha dado por colocar a Hamlet junto a Otelo a la busca de una cura que salve al mundo de la enésima calamidad (que el tipo es muy capaz de hacerlo y quedarse tan ancho) sino que se centra en la misma persona del escritor para hacerse una pregunta "¿fue Shakespeare un impostor?" y lanzarse a recrear la Inglaterra de 1600. "Anonymous" especula sobre un asunto que durante siglos ha intrigado a académicos y brillantes mentes, desde Mark Twain y Charles Dickens, hasta Henry James y Sigmund Freud, esto es: ¿quién fue el autor de las obras de teatro atribuidas a William Shakespeare? Los expertos lo han debatido, se han escrito muchos libros y los eruditos han dedicado sus vidas a proteger o desacreditar teorías acerca de la autoría de las más famosas obras de la literatura inglesa. Anonymous presenta una posible respuesta, centrada en un momento en el que la intriga política de capa y espada, los romances ilícitos de la Corte Real, y las confabulaciones de avariciosos nobles hambrientos por el poder del trono, eran puestos a descubierto en el lugar más improbable: el teatro Londinense. 

Tras salir de la cárcel, Mitchell (Colin Farrell) intenta llevar una nueva vida alejado de la violenta fama que se ha ganado entre sus antiguos colegas de los bajos fondos de Londres. Casualmente, Mitchell entra en contacto con Charlotte (Keira Knightley), una estrella de cine que vive aislada ante el acoso de los paparazzis, y se convierte en su guardaespaldas, creándose un profundo lazo entre ellos. Pero el pasado de Mitchel vuelve a llamar a su puerta cuando un mafioso llamado Gant (Ray Winstone) pretende que Mitchell vuelva a hacer lo que mejor sabe hacer... Este es el argumento de "London Boulevard" el debut en la dirección de William Monahan, afamado guionista de películas como "Infiltrados" y "Red de mentiras". Claro que ser un buen guionista no quita que seas un mal director...

Hace muchííííííísimos años, cuando el cine solía ser en blanco y negro y nuestro país también, un tal Rafael Azcona y un tal Marco Ferreri, guionista y director, se lanzaron al vacío con una comedia negra de tintes más que sombrios y que, aunque parezca extraño, de rabiosa actualidad en estos primeros años del siglo XXI, a la que bautizaron "El pisito". Es imposible no recordar aquella joya ante el estreno de "Cinco metros cuadrados": Álex y Virginia compran un piso, sobre plano, a las afueras de una gran ciudad en busca de precios más económicos. Reúnen sus ahorros para pagar la entrada, más una hipoteca a cuarenta años. La casa de sus sueños: dos habitaciones, cocina, salón con chimenea… Y sobre todo, lo que acaba por convencer a Álex: una terraza. Pequeña, de cinco metros cuadrados, pero con unas vistas maravillosas. Cuando sólo faltan unos meses para la entrega de los pisos el edificio está aún sin terminar. Un buen día, precintan la zona y paran las obras."5 metros cuadrados" es una comedia más o menos ácida sobre la famosa burbuja inmobiliaria. Lo triste es que más de uno se verá reflejado en los personajes de unos acertados Guillermo Toledo y Malena Alterio. Porque el que se sienta reflejado en el de Emilio Gutiérrez Caba, más vale que no asome el careto que se lo empapelamos con pancartas de los del 15-M.

A nivel infantil tenemos dos estrenos. Por un lado, "Las aventuras de Winter, el delfín", inspirada en la curiosa historia de una valiente delfín hembra y de los apasionados extraños que se unieron para salvar su vida. Nadando libre, una joven delfín queda atrapada en una trampa para cangrejos, que daña gravemente su cola. Es rescatada y transportada al Clearwater Marine Hospital, donde se le da el nombre de Winter. Pero su lucha por la supervivencia no ha hecho más que empezar. Sin cola, el pronóstico de Winter está claro. Será necesaria la pericia de un biólogo marino muy dedicado a su profesión, el ingenio de un brillante médico especializado en ortopedia y la inquebrantable devoción de un joven para conseguir un increíble milagro: un milagro que no sólo puede salvar a Winter, sino también ayudar a muchas personas en todo el mundo.

El otro estreno es una nueva incursión en el universo de Kika: "Kika superbruja, viaje a Mandolán".Un hermano pequeño realmente puede dar constantemente la lata. Encima cuando acaba de cambiar de cole y aún no tiene amigos nuevos. Así no es nada fácil para Kika (Lilli) de compaginar su nueva tarea como superbruja con la cotidiana vida familiar. Kika está de los nervios y totalmente agobiada por su pequeño hermano, cuando encuentra una carta con pinta exótica pero preciosa que acaba de aterrizar en el escritorio de su habitación. Una nueva aventura la está esperando a la nueva superbruja: el viaje a Mandolan.

Y como no hay dos sin tres, también se entiende como cine infantil "La guerra de los botones" por muy dirigida que esté por Christophe Barratier que por muchas películas que haga, siempre será recordado por "Los chicos del coro". Corren los tiempos de la segunda guerra mundial. Los chicos de los pueblos vecinos de Longeverne y Velran siempre se han odiado. No pelean por ningún motivo especial. Simplemente, no quieren ver a sus vecinos cerca de donde ellos viven. En una de esas batallas, Lebrac, un chico de trece años de Longeverene, conflictivo pero de gran corazón, tiene una idea brillante: arrancar todos los botones de las ropas de los prisioneros que tomen, para que vuelvan a sus casas medio desnudos, vencidos y humillados.Conociendo el cine de Barratier (y sin haber visto la película) nos aventuramos a pronosticar que "La guerra de los botones" será un producto tan añejo como lleno de encanto que emocionará tanto a chavales como a mayores.

Y terminamos con varios documentales: "La sombra de Evita" que muestra con imágenes inéditas el viaje que Eva Perón hizo a España en los tiempos de posguerra, "Brava, Victoria", homenaje a la figura de Victoria de los Ángeles, una de nuestras mejores voces líricas y "La maleta mexicana" donde podremos ver nuevo material inédito de Robert Cappa y Gerda Taro gracias a unos negativos que se encontraron por casualidad dentro de una maleta.

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NUESTRO OTRO CINE: TODO SOBRE LILY

Ya hace algún tiempo que en diversos círculos literarios se debate sobre el agotamiento de la fórmula de la novela, de su incierto futuro y de su posible defunción como género dentro del arte de la escritura. Afortunadamente y en oposición a tan agorera premonición, algunos escritores nos han desvelado que son capaces de profundizar y romper (o evolucionar) los parámetros novelescos (cosa que ya hicieran hace muchos años, Julio Cortázar en “Rayuela” o José Donoso con “El obsceno pájaro de la noche”) generando un híbrido donde la novela se mezcla con el ensayo, el discurso, la literatura dentro de la propia literatura, la investigación, la realidad o la ficción, y que ha terminado por aglutinar el concepto de metaliteratura del que pueden ser dos claros ejemplos el fallecido Roberto Bolaño y su genial obra póstuma “2666” o el barcelonés Enrique Vila-Matas y sus imprescindibles cuatro últimas novelas (“Bartleby y compañía”, “El mal de Montano”, “París no se acaba nunca” y “Doctor Pasavento”) dedicadas al arte de desaparecer y que nos descubren nuevos caminos a adoptar para la novela de este nuevo milenio. 

Valga esta similitud literaria como ejercicio de comprensión ante el estado (comatoso) de la actual cinematografía occidental. La absorción del poder en Hollywood por parte de productores/tiburones de las finanzas en busca de operaciones de rendimiento crematístico fácil y rápido e inversamente proporcionales a una creatividad ahora totalmente aparcada, el cansancio (por repetitivos) de los esquemas y estilos en la concepción fílmica, y la deconstrucción de un cine independiente cada vez menos independiente, no incitan (salvo honrosas excepciones) a un futuro muy halagüeño. Tal vez por esto (seguramente otros sumarán nuevas causas tan aceptables como las expuestas) han sido muchos los que han comenzado a prestar atención a una cinematografía emergente como la asiática y que podría convertirse en el modelo a seguir en este nuevo siglo.

Desafortunadamente (si exceptuamos nombres de sobras ya conocidos como Wong Kar wai o Kim ki duk, amén de las películas de terror oriental) la distribución del cine asiático en nuestro país es más bien errática y caprichosa. “El sabor de la sandía”, por ejemplo, es la última película de Tsai Ming-Liang pero la primera de este autor en llegar a nuestras carteleras mientras que “Todo sobre Lily” ha aparecido finalmente de forma directa en el formato DVD tras su paso por varios festivales. 

Con ciertos puntos temáticos en común con la película de Tsai Ming-Liang, “Todo sobre Lily” es un acerado y preciosista acercamiento a la juventud de hoy en día, a la falta de salidas que le ofrece la sociedad adulta y la solución que estos adolescentes toman para quebrar ese encierro, unas decisiones (equivocadas) que son producto de una generación obligada a crecer demasiado deprisa y huérfanos del círculo protector/educativo al que los padres (las figuras más importantes en la niñez) han dejado de pertenecer: en toda la película sólo una vez podemos ver una reunión familiar, una comida, en una rápida escena, concisa y sin alardes, que potencia ese desmoronamiento del sistema familiar. En cuestión de segundos se nos descubre que la familia ya no existe como tal y que no hay intercomunicación entre sus miembros que sólo tienen en común que viven –no conviven- bajo el mismo techo. 

Shunji Iwai, el director, proviene del campo de la publicidad y del video-clip pero, al contrario que otros premiados directores/as que no han conseguido desprenderse de los tics adquiridos en sus trabajos publicitarios, él ha sabido extraerse y aprovecharse de esta mecánica cinematográfica para dar a su película un enfoque visual de marcado carácter poético y una puesta en escena repleta de imágenes de gran fuerza plástica y sensorial remarcadas por una magnífica banda sonora. Una poética que, salvando las distancias en el tiempo, puede entroncar con la obra “Zero en conduite” del francés Jean Vigo aunque lo que en ésta es un canto a la anarquía en contra del poder establecido, en “Todo sobre Lily” es puro nihilismo (la comparación de ambas películas, con una diferencia de ochenta años, demuestra los cambios sufridos en nuestra sociedad donde al contrario de la obra de Vigo -en su última escena queda reflejada una vía de escape hacia la esperanza- en “Todo sobre Lily” no queda ni siquiera esa salida y el drama terminará salpicando a cada uno de los personajes). 

No suele ser fácil para el espectador occidental asimilar las interpretaciones que sobre el lenguaje cinematográfico realizan los cineastas orientales. Nuestros códigos culturales y la adquisición de unas pautas a la hora de afrontar una película son tan diferentes que no es extraño que muchas películas llegadas de Asia nos produzcan una mezcla de fascinación e irritación a la hora de su visionado (aunque ciertamente, y debido a su diferenciación, luego queden marcadas en nuestra memoria cinéfila). Puede ser muy chocante encontrarse (de golpe y ¿sin venir a cuento?) con los números musicales de corte kitsch de “El sabor de la sandía” o esas dos películas en una que conforman una obra maestra/tomadura de pelo (según opiniones) como “Tropical Malady” (eso sin contar el momento en el que al director, Apichatpong Weerasethakul, le da por hacer aparecer los créditos). Sin embargo, este arte de la sinrazón a la hora de romper normas no aparece en “Todo sobre Lily”. Es cierto que utiliza recursos fílmicos novedosos pero también es cierto que funcionan como elementos integradores que se encuentran al servicio de la propia película y que denotan una muy cuidada planificación. 

Shunji Iwai es capaz de reinventar el concepto de creación cinematográfica partiendo desde discursos externos para luego acoplarlos a su propio cine (unos discursos tan cercanos a la adolescencia de hoy en día como son internet y la música, y que tienen una importancia capital para el ser de esta película). “Todo sobre Lily” nace de una página web creada por el propio director donde su protagonista es la cantante (¿real, virtual?) Lily Chou-Chou (1). Los comentarios vertidos en esta web son utilizados después, de forma magistral, como elemento subjetivo para el desarrollo de la narración. La pantalla en negro donde vemos extraños mensajes sobre el mundo de la cantante que hablan de la inmersión en el éter como única solución a un mundo que no les quiere (chat/internet), y las (casi oníricas) imágenes que reflejan esa inmersión por parte de un (aislado) joven que escucha en su walk-man las canciones de Lily Chou Chou en un ¿imaginario? y solitario campo (música), es el comienzo de un rompecabezas sugerente donde la fragmentación del tiempo narrativo sirve como apoyo a la angustia existencial y al desorden emocional en el que se encuentran (sin saberlo) los jóvenes protagonistas de la historia. Son saltos en el tiempo y en el espacio, filmados de forma deliberada para trasladar esas mismas sensaciones al espectador. 

A base de piezas, Shunji Iwai (que hace no que tome partido por tal o cual personaje sino, más bien, lo hace por todos ellos como víctimas de una situación social/vital) nos irá dando a conocer el mundo de “Filia”, chaval introvertido, que es el creador de la página web sobre Lily Chou Chou sobre la que se articula la película, además de gran conocedor de las canciones y del mundo de la artista y que se encuentra ante el acontecimiento de su vida: ha conseguido una entrada para un concierto de su estrella favorita. “Filia” es el personaje diferente en torno al cual gira el film (aunque se tarde en advertirlo) y que prefiere estar inmerso en el éter como forma de escape. Es el único personaje que no viene marcado por la violencia, como es el caso de “Gato azul” (sobre el que Shunji Iwai realiza una quirúrgica evolución personal) que se convertirá en otro de los elementos del drama principal, ni tampoco se verá marcado por una sexualidad mal entendida (aunque la sufra) como en el caso de la joven estudiante que se prostituye (¿existe o tiene que existir algún porqué?), un personaje que cuenta con uno de los finales más desgarradoramente poéticos que se pueden filmar. 

Son pocos los elegidos que han sabido o podido conjugar la poesía y el dolor de manera tan bella y estremecedora a la vez y Shunji Iwai es uno de ellos. Es una pena que “Todo sobre Lily” no haya podido verse en pantalla grande en todo su esplendor y en toda su dureza porque “Todo sobre Lily”es un verdadero regalo tanto para nuestros sentidos (todos) como para nuestra conciencia y para nuestra inteligencia. Y es que “Todo sobre Lily” es de esas películas que hacen entender porqué a esto del cine (siempre en metamorfosis) se le sigue llamando, hoy por hoy, séptimo arte. 

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