Parece mentira que ante tanta superproducción hecha a golpe de talonario y de multitud de efectos especiales que intentan seguir sorprendiendo al espectador, una de las cintas que más se esperan sea una película como "Enterrado", noventa y cinco minutos viendo a un tipo enterrado vivo en un ataud con un móvil y un mechero. En caulquier otro caso entenderíamos este film como el enésimo toque autoral de un geniecillo que quiere encontrar la cuadratura del círculo en el arte cinematográfico para que sea alabado en festivales de postín y aupado a los cielos por la crítica más especializada.
Por si esto no fuera suficiente, resulta que tal film viene firmado por un tal Rodrigo Cortés que para más inri es español. Este es su segundo film y con él se reitera que estamos ante un nuevo cineasta que huye despavorido de los clichés de nuestro cine y bebe las fuentes de clásicos americanos. Así fue ya con su prometedor debut, "Concursante", que, por cierto, recibió afiladas críticas de una gran parte de los estudiosos del cine. Puede ser (o no) un film irregular, pero hay que defender la mirada propia y la novedosa concepción visual, aparte de un ritmo endiablado y un sarcasmo propio de los grandes del cine americano, de un director que llegaba con nuevos aires.
Seguramente que ahora, casi todos los que criticaron esta película (desde aquí la recomendamos), la ensalzarán mientras se comenta "Buried". La película, o mejor dicho el guión, no encontraba financiación por ninguna parte, algo nada raro si pensamos en que no es muy fácil vender una idea semejante: Paul Conroy es un padre de familia que trabaja como contratista en Irak. Al despertar se encuentra enterrado vivo sin saber porqué y con la única ayuda de un móvil (qué será su única manera de comunicarse con el exterior) y un sencillo mechero. Pero tanto el mechero, como el móvil, como el oxígeno de la caja es limitado y Conroy deberá empezar una carrera a contrarreloj para salvar su vida.
A través de esta premisa Rodrigo Cortés podía haber hecho muchas películas, en la que se viera la desesperación de su familia o el intento de rescate por los fornidos marines americanos... Pero durante la hora y media de metraje sólo vemos a Paul Conroy encerrado en su ataud. Con cuatro elementos (si contamos al personaje que en un ardid propagandístico esta interpretado por Ryan Reynolds, un tipo que va subiendo enteros en Hollywood hasta el punto de ser el futuro "Green Lantern" cinematográfico) y mucho ingenio y creatividad, parece ser que Cortés ha creado un film de suspense que muchos ya comparan con las mejores películas del genio Hitchcock y que ha ido tumbando de espaldas por cuantos festivales se ha ido presentando.
Claustrofóbicos, abstenerse.
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