De nuevo, un año más, se abre el telón para una nueva edición del festival de cine fantástico de Sitges. Todos aquellos que gozan con el terror, con las vísceras y con el fantástico vuelven a estar de enhorabuena. El festival de la blanca Subur sigue siendo dirigido por Ángel Sala, que ha conseguido dotar, de nuevo, a este festival, de sus signos de identidad y que lucha cada año por conseguir una oferta lo más variada, atractiva e interesante posible. Y eso en los tiempos cinematográficos que corren ya es mucho.
Y decimos variada porque en esta oferta tienen cabida productos gore que un año más (y van tres) se verán aderezados con la zombies walk, una manifestación de zombis que recorrerá las calles de Sitges la tarde-noche del día 9, hasta otros con la aureola de autor y con premio en Cannes como es "El tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas". Otros que tampoco faltarán a la cita serán los Takeshi, Kitano y Miike. El fantástico nacional trae nombres como Eugenio Mira, Paco Cabezas, Luis Berdejo sin olvidar el film "Secuestrados" de Miguel Ángel Vivas y que está dejando un muy buen sabor de boca en diversos festivales del género, una versión "Funny Games" a la española con toque de "La última casa a la izquierda" y señalando que "Los ojos de Julia" con Belén Rueda de protagonista se encargará de dar el pistoletazo de salida.
Este año el film al que se le rinde culto y cartel es "El resplandor" de Stanley Kubrick. También reciben homenaje "Regreso al futuro" y la mismísima "Psicosis" de Hitchcock pero queda en el aire sus proyecciones porque parece ser que las majors, esas majors que distribuyen sus películas como quieren y las que quieren (por eso, muchas veces en nuestras carteleras vemos lo que vemos) siguen en pie de guerra con la Generalitat de Catalunya por el decreto en el cual el Govern ha legislado que el cincuenta por ciento de las películas en esta comunidad deben estar dobladas al catalán, algo a lo que muchas distribuidoras de cine se niegan y han desenterrado el hacha de guerra. Hasta tal punto que han decidido boicotear el festival. Tanto la ley del doblaje al catalán como el boicot dará lugar a multitud de opiniones para todos los gustos.
(Continuará)
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