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martes, 5 de junio de 2012

NÚMEROS Y CINE


No nos hace falta recordar una película hoy olvidada y protagonizada por Nicholas Cage, “El número 23” para saber que hay todo un mundo alrededor de la simbología de los números. Y si los números tienen su simbología por ellos mismos, nosotros nos atrevemos, de forma divertida, eso sí, a buscar la simbología de los números en los títulos de películas. Porque hay números que han pasado a la historia del cine y que con sólo nombrarlos nos acerca incluso a todo un género cinematográfico. Pongamos por caso el número 2001 al que ya le sobra eso de “una odisea en el espacio”. Purita ciencia-ficción.Después de esta película, está claro que el 23 va a quedar asociado a la obsesión. Pero hay muchos más casos en el cine. 


Uno más cercano a nuestro tiempo: el 300.Y es que un número como éste va a quedar asociado por mucho tiempo a la épica y al valor. Y si hay un número para el valor también el cine tiene un número para el deshonor. Lo de los números no es una moda de ahora y ya hace muchos años que los guionistas se sentían atraídos por la numerología. Deshonor y año 1939. Un oficial del ejército británico abandona su unidad antes de embarcarse en misión a Egipto. Sus tres compañeros y su prometida le envían cuatro plumas blancas como señal de cobardía. Un clásico: “Las cuatro plumas”





De la fascinación por el mensaje oculto de los números no se ha escapado casi nadie, ni siquiera los grandes maestros del cine. ¿Qué musa hipnotizó a Fellini para que su obra maestra llevara por título “Ocho y medio”? Un número que queda como sinónimo de la creación, de la divinidad. Y seguro que para muchos decir rebeldía es decir “Rebelde sin causa” Totalmente falso. Ya hay un número que en el cine significa rebeldía. Y es que no solo Fellini cayó en las redes de los números para hacer su obra maestra. En este caso rebeldía significa “400”. El director, François Truffautt. La película, la obra maestra en este caso, “Los cuatrocientos golpes”.



Ni siquiera los géneros cinematográficos escapan a los tentáculos numéricos. Está claro que el terror tiene asociado su propio número, el 13. “13 fantasmas” o “Viernes 13” por nombrar alguna que se me viene a la cabeza. ¿Y el Oeste? ¿Cuál es el número asociado a este género? El séptimo de caballería. ¿Me seguís? Es el 7. Otro ejemplo: “Los siete magníficos”



También hay números con una sexualidad muy implícita. Es el caso del 9. Ejemplo: “Nine Songs” de Winterbottom. ¿No os lo creéis? O 9 y medio, ¿no? Cerrar los ojos y decir conmigo “9 semanas y media” ¿Qué flash ha llegado a vuestras mentes calenturientas, pillines?



Y finalmente hay números que son inabarcables, que dicen y sugieren tantas emociones y sentidos que se nos escapan entre brumas nada más decirlo. Son números que en un futuro estarán escritos en oro dentro de la historia del cine del siglo XXI. Digo “2046” la obra maestra del maestro de la sugerencia, Wong Kar-Wai, y se nos engancha en las brumas de nuestra memoria de por vida.



Ahora bien, el número que todos, absolutamente todos, reconocemos como el espejo del cine y que lleva apareciendo y desapareciendo desde hace 40 años, el número que nos acerca a la eternidad no es otro que… 007



Y termino aunque podríamos seguir eternamente. ¿Verdad que habéis oído que el número de la suerte es el 7? Pues acercaros al cine. Al fin y al cabo es el séptimo arte.

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