Porque no vamos a repetir, otra vez más, de nuevo, las perfección técnica que los Pixar consiguen en cada una de sus películas en el terreno informático (al fin y al cabo fueron ellos los que comenzaron a romper los moldes justamente con una historia con juguetes) sino que su evolución es de otro tipo, mucho más profunda y más interesante. Porque esta gente sabe lo que es el cine. Y ha conseguido crear unos personajes perfectamente definidos tanto en su identidad individual como en su identidad como grupo, personalidades únicas y complementarias donde prima la amistad y la unión, donde el cariño que sienten entre ellos, es el cariño que sienten también sus creadores por sus propias creaciones y todo este cariño envuelve al espectador de tal manera que termina por participar (más bien entrar) en ese mundo que se te ofrece, un mundo casi más real del que existe fuera de la sala de cine.
También porque han conseguido crear una(s) historia(s) completas y complejas, cuidadas, de una continuidad ejemplar, sin golpes bajos (lo de la madre de Bambi no existe en el diccionario Pixar), sin decaimientos, donde las emociones afloran en cada uno de sus planos y donde no se le hacen ascos a ninguno de los géneros cinematográficos, abarcando desde la comedia (Buzz Light Year en versión flamenca -¿por qué me parecía estar viendo a nuestro Antonio Banderas más que en el gato con botas de Sherk?- bailando con Jessie) hasta el de terror (poca veces la Pixar o la misma Disney han creado algo tan tétrico como el muñeco bebé de la guardería llamado Big Baby capaz de dejar en niños de teta a los Freddy Krueger y compañía en un claro homenaje a los monstruos torturados de la Universal de los años 30 en general aunque particular y principalmente a Sloth, deforme personaje tan terrorífico al principio como entrañable al final de "Los Goonies").
Y por último y más importante porque han sabido adaptar (con éxito total) la fórmula utilizada en "Up" para los toy story y aligerarla en cierto grado ya que "Up", en cierta medida, tenía un enfoque algo más adulto que "Toy Story 3", cuyos personajes, que no dejan de ser juguetes (vale, mucho más humanos que muchísimos humanos), captan de mejor manera el corazón de los niños. Así que "Toy Story 3" además de jugar la baza sentimental (conseguida en cada una de sus escenas) se centra más en la aventura.Y es entonces cuando nos encontramos con el gran logro de la película.
Y sobre todo, sobre todo, a "Los Goonies", no sólo por la relación Sloth-Big Baby sino porque también es una pequeña maravilla de cuento infantil con toques adultos y macabros, donde unos niños se ven "obligados" a vivir una excitante aventura para poder salvar su mundo (en este caso sus propias casas) que dirigiera Richard Donner.
P.D.: Ni que decir tiene que el corto que acompaña a la película, titulado "Noche y día" (no salen ni Tom Cruise ni Cameron Díaz) es un nuevo derroche de originalidad, de técnica y de imaginación en un bellísimo homenaje a las antiguas "Merry Melodies" (aquí, fantasías animadas de ayer y hoy, presentan...) que tanto nos hicieron disfrutar a muchos cuando eramos pequeños y que hoy en día duermen el sueño de los justos tal y como los juguetes de "Toy Story 3" descansan en un baúl intentando recueperar la atención de Andy, su antiguo dueño, que ya está a punto de ir a la universidad. Y es que el tiempo...
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