Será por la actual coyuntura económica y también climática (porque , si exceptuamos "2012" del inefable Roland Emmerich, el resultado en taquilla de películas como "La carretera" o "Infectados", la cinta de animación "Número 9" o las más lejana "Hijos de los hombres" ha dejado bastante que desear) que a algunos cineastas les ha dado por ver el futuro muy negro. Los últimos en apuntarse a esta pequeña moda han sido los hermanos Hugues, desaparecidos desde hace nueve años con el que hasta ahora era su último film "Desde el infierno" o el intento imposible de llevar a la pantalla una de las obras magnas del guionista de cómics británico Alan Moore (hay que decir que no salieron tan mal parados aunque muchos sabemos de la inquina que tiene el señor Moore a la adaptación cinemtográfica de sus obras y este caso tampoco fue una excepción).
La que se dio en llamar la guerra final ha cumplido 30 años. Sobre un paisaje desértico, ciudades vacías, autopistas destrozadas y donde escasea el agua, un extraño viajero hace su aparición. Personaje silencioso y pacífico, Eli tiene la confianza en un nuevo futuro. Es el portador de un objeto tan misterioso como codiciado. Es un libro. "El libro de Eli".
Pero en cualquier película de estas características siempre hay antagonistas. Y si pocos saben del tesoro que Eli guarda y protege, uno de ellos es Carnegie, autoproclamado jefe de un pueblo de ladrones y pistoleros. Con un aire de western, Carnegie intentará conseguir ese libro sagrado y para ello deberá enfrentarse a un Eli que tiene como única misión cumplir con su destino para salvar a lo que queda de la humanidad.
La película viene con un doble cartel de actores muy apetecible. Eli, el guerrero solitario es Denzel Washington, un actor que crece y crece con el paso del tiempo. Y Carnegie, su oponente, es el casi siempre inmenso Gary Oldman ¿alguien puede imaginarse a otro comisario Gordon después de haberlo visto en los dos Batman de Christopher Nolan?
Veremos si la taquilla acepta la apuesta de este nuevo futuro apocalíptico cinematográfico. Los hermanos Hugues, sin ser grandísimos cineastas si que puede decirse que son arriesgados y personales en sus planteamientos. Claro que eso tampoco significa mucho para estos tiempos que corren en los que funciona el cine de usar, ver, comer palomitas y tirar.
Pues hombre, leído lo que cuentas, la verdad es que apetece echarle un vistazo a la peli. Veremos, veremos...
ResponderEliminarHubo un tiempo en que cada vez que veía al señor Oldman me ponía cachondo (supongo que dejado llevar por ese maravilloso Drakul del amigo Coppola que interpretó)...después casi que lo veo demasiado histriónico (para olvidar el poli malo de León)...aunque, como todo, es tan solo mi opinión.
Un saludo y a seguir con el blog que está muy bien.
Pues yo quiero verla, la verdad que me llama mucho la atención, el tema esta mas sobao que todas las cosas, pero siempre que sacan una de estas posapocalipticas me da por pensar, y si esta vez si han dado una vuelta de tuerca al genero... veremos.
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