Hace unos años el guionista y director Rian Johnson sorprendia a propios y extraños con "Brick", su debut tras las cámaras, una película en la cual Johnson nos deleitaba y se deleitaba con sus conocimientos sobre diversos géneros cinematográficos y el manejo que de ellos hacía para sus propias historias ya que "Brick" no dejaba de ser un film de cine negro (género del que el director parece ser cinéfilo y cinéfago) pero ambientado en un instituto de secundaria en el que en los alumnos (con las características básicas en estos tipos de películas) se dejaba entrever también los arquetipos del cine policial y de gangster hasta el punto que muchos de los estudiantes declamaban diálogos como si de personajes de Dashiell Hammet se trataran.
Siempre se dice que el segundo trabajo es el más difícil y sobre todo después de haber sido alabado en tu debut. De esta sentencia tampoco acabó escapándose el director de "Brick" ya que "Los hermanos Bloom" y sus tintes cómicos terminaron por dejar más bien frío al personal que la vio, esperando un nuevo tour de force que no llegó.
O sí, porque en su tercera película como director Rian Johnson ha vuelto, con todo el descaro, ha la mezcolanza de géneros. "Looper" se puede entender como un blockbuster pero no lo es. Se puede entender como una cinta de ciencia ficción (lo es) pero también como un western (lo es) y porqué no, como un drama familiar y generacional (sí en cierta media). Pero sobre todo y como no podía se de otra manera es una película de género negro.
"Looper" se inicia en el Kansas de 2042. Aún no son posibles los viajes en el tiempo pero treinta años después si que lo serán. Lo que sucede es que serán prohibidos por lo cual solo la mafia utilizará este medio y solo con un fin: sus ejecuciones se realizarán en el año 2042 después que el condenado haya sido enviado al pasado desde la máquina del tiempo. Allí les espera un ejecutor, un "looper", que mata y hace desaparecer el cuerpo que le ha llegado del futuro.
Joe es uno de esos "loopers", uno de los muchos que existen en este presente (para nosotros futuro). Mata y recibe su compensación a cambio. Sabe cual es su función y entre tanto dsifruta de la vida entre dsicotecas, clubs y drogas de diseño junto a sus compañeros mientras la sociedad alrededor de él se encuentra en la más absoluta desolación, abandonada a su suerte.
Pero algo va a cambiar. Uno de los envíos del futuro es alguien muy especial: él mismo. Y todo se complicará.
A pesar de contar con un presupuesto bastante ajustado para las cifras que se mueven en Hollywood para lo que tenía que haber sido una producción de este tipo (algo que Johnson consigue disimular parcialmente) ha conseguido para los papeles principales a actores de la talla de Joseph Gordon-Lewitt, Bruce Willis, Emily Blunt y Jeff Daniels.
La película bebe de muchas fuentes referenciales. Con toda probabilidad una de las ideas centrales de la película (los viajes en el tiempo y sus consecuencias) remiten a "Terminator" (y cuando vean la misión de Willis se entenderá rápidamente) pero se han de advertir ciertos momentos que recuerdan a "Blade Runner", "Hijos de los hombres" y también del "Doce monos" de Gilliam que no era más que reonvar la idea de "La jétee" de Chris Marker".
Pero son sólo escenas referenciales que gustan del cinéfago (ya hemos comentado que Johnson lo es) Advertir para terminar que "Looper tiene dos fases muy diferenciadas y que justamente ese cambio de look y de ritmo va a convertir a esta ingeniosa y potente película en un film tan amado por muchod como denostado por otros. Cuestión de gustos y de lo que se quiere ir a ver.
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