Después de un pequeño paréntesis vacacional navideño, volvemos y nos encontramos, nada más empezar el año, con uno de los estrenos, a priori, más esperados. Convertir al personaje de Sherlock Holmes en una especie de John McClane victoriano tenía todas las papeletas para convertirse en una nueva tontería de esas que suelen inundar los despachos de los productores. Pero el proyecto tuvo la suerte de contar con Robert Downey Jr., con Jude Law delante de la cámara y Guy Ritchie al otro lado, un tipo que desde que se separó de la inefable Madonna, parece querer volver a ser el que fue en su día con "Lock & Stock" y "Snatch, cerdos y diamantes", dos películas a recuperar.
Puede que la nueva versión de Sherlock Holmes adolezca de todos los tics que pueblan el blockbuster americano pero la dirección nerviosa de Ritchie, los dos actores que se lo pasan en grande a sabiendas de que se encontraban inmersos en un gran divertimento y un diseño de producción notable disimulaban todo el infantilismo de la cinta, una película que divierte, entretiene y deja el poso de haber pasado un buen rato en el cine. Que la película dejaba la puerta abierta a una posible secuela no es que sea muy original hoy en día pero podía haber sido un fiasco en taquilla y la segunda parte quedar en agua de borrajas. No fue así y su taquillaje incluso sorprendió a más de uno. Por tanto, y como mandan los tics de hoy en día (ya lo hemos comentado), secuela habemus.
En esta continuación, con el subtítulo de "Juego de sombras", a Sherlock Holmes siempre se le ha tenido como el más listo de todos… hasta ahora. Y es
que hay una nueva mente maestra del crimen que anda suelta, el profesor
James Moriarty, y no sólo está al mismo nivel
intelectual que Holmes; además, su capacidad para el mal, combinada con
una total falta de conciencia, podrían concederle cierta ventaja sobre
el famoso detective.
En todo el mundo se están produciendo llamativas noticias: un escándalo
acaba con un potentado del algodón de la India, un comerciante de opio
chino fallece de una aparente sobredosis, estallan bombas en Estrasburgo
y Viena, fallece un magnate del acero estadounidense… Nadie ve ninguna
conexión entre estos acontecimientos aparentemente aleatorios, excepto
el gran Sherlock Holmes, que ha adivinado una red deliberada de muerte y
destrucción. Y en su centro, como una araña especialmente siniestra,
está Moriarty.
La investigación por parte de Holmes del plan de Moriarty se torna más
peligrosa cuando le hace abandonar Londres junto a Watson para dirigirse
a Francia, Alemania y, finalmente, Suiza. Pero el astuto Moriarty
siempre les saca un paso de ventaja, y está peligrosamente a punto de
culminar su malvado plan. De tener éxito, no sólo le reportaría una
inmensa fortuna y un gran poder, sino que también alteraría el curso de
la historia.
Junto a Robert y Jude veremos a la actriz sueca Noomi Rapace, que
alcanzó la fama internacional por su trabajo en la película sueca "Los hombres que no amaban a las mujeres",
dando vida a una misteriosa gitana llamada Sim, que se convierte en una
aliada de Holmes y Watson en sus intentos por detener a Moriarty. Jared
Harris (de la serie de televisión "Mad Men", "El curioso caso de Benjamin Button") se une al reparto como el famoso profesor Moriarty. Stephen Fry ("Alicia en el país de las maravillas", "Harry Potter y el cáliz de fuego") da vida a Mycroft Holmes, el extremadamente excéntrico hermano mayor de Sherlock. Entre quienes retoman su papel de la primera película encontramos a
Rachel McAdams como Irene Adler; a Kelly Reilly como la novia de Watson,
Mary Morstan; a Eddie Marsan como el inspector Lestrade; y a Geraldine
James como la sufrida casera de Holmes, la señora Hudson.
¿Aburrirse...? ¡naahhhhhh!
No hay comentarios:
Publicar un comentario