Si hay una película de la que se va a hablar y mucho (con permiso de "Man of steel") esa es "After Earth", último trabajo del antes admirado M. Night Shyamalan, creador de obras como "El sexto sentido", "El protegido" o "El incidente".
Tras el brutal fracaso de "Airbendet, el último guerrero" parecía imposible que alguien pusiera a los mandos de una nave como "After Earth" al director de origen indio. Pero así ha sido. Tal vez haya tenido que ver que Will Smith (al que hay que sumar a su retoño) sea el protagonista de la película, un actor con mucho tirón y que hasta no hace mucho contaba sus películas por éxito de taquilla, fuera del género que fuera.
Pero todo esto es otra historia; la historia que cuenta "After Earth" nos adelanta unos cuantos siglos en el futuro. La película entra dentro del registro de film enmarcado en un futuro lejano en el que la Tierra ha sido destruida, una premisa nada original ya que desde los tiempos de "El planeta de los simios" se ha ido utilizando con mayor o menor frecuencia en el cine y que últimamente se ha podido ver en "Oblivion" y que también veremos en "Elysium".
Pero lo que valen los enfoques. En este caso padre e hijo sufren un accidente que les deja atascados en nuestro planeta, una Tierra que hace 1000 años que fue destruida y que se ha regenerado con una nueva vegetación, una nueva fauna y nuevos peligros. Una nueva Tierra más salvaje en la cual tendrán que luchar para poder sobrevivir a la espera de un rescate. Por si eso fuera poco, el personaje de Will Smith queda herido en el accidente y será su hijo quién deberá aportar la salvación en este nuevo mundo sin saber que en la nave en la que viajaban había "algo" encarcelado y que ahora campa también a sus anchas.
Hay directores que hacen pequeñas grandes películas, que no hacen excesivo ruido y que mantienen una horda de fans acérrimos por mucho que pase el tiempo. Directores que no gustan de los focos y que hacen sus película y dejan que sea ella la que hable por él. Es el caso de Richard Linklater que cierra su trilogía de los "Antes del..." con "Antes del anochecer".
En este caso los personajes de la trilogía que como era de esperar vuelven a ser intepretados por Julie Delpy y Ethan Hawke se encuentran en Grecia de vacaciones con sus dos hijas. Ya cuarentones, la película no es ya un canto al romanticismo pero sí al fenómeno del amor y como este fenómeno es capaz de aguantar el paso del tiempo. Una nueva ración de una de las trilogías más queridas por muchos aficionados a un tipo de cine que parece destinado a desaparecer de nuestras pantallas.
Muchos sabemos que la publicidad encubierta paga parte de los presupuestos de los films de Hollywood (en el cas de "Man of Steel" parece ser que una tercera parte de su presupuesto se sufragó gracias a este método) pero de ahí a convertir una película en un gigantesco anuncio de publicidad de casi dos horas como media un abismo. Eso es la nueva comedia protagonizada por Owen Wilson y Vince Vaughn titulada "Los Becarios", una oda al gran Dios Google en la que los dos actores dan rostro a Billy (Vince Vaughn) y Nick (Owen Wilson), unos vendedores que han visto truncada su vida profesional tras la irrupción del mundo digital. Intentando demostrar que no se encuentran obsoletos, logran, contra todo pronóstico, el codiciado puesto de becario en Google, conjuntamente con un batallón de brillantes estudiantes universitarios. No obstante, conseguir ingresar en esa utopía sólo supone haber ganado media batalla. Ahora deben competir con los expertos en tecnología más importantes y competentes del país. Ni que decir que ellos no tienen ni idea de este nuevo mundo. Dirige Shawn Levy, especializado en este tipo de comedias de carácter familiar.
En estos tiempos de crisis en el cine (¿alguna vez no lo ha estado según los grandes jerifaltes de este mundillo?) hasta parece mentira que alguien se atreva a acercar a nuestras pantallas una película que nos viene de Arabia Saudí. Claro que "La bicicleta verde" tiene ese aire de película denuncia que tanto gusta entre los "progues" de nuestro país que critica determinados roles sociales que imperan en el país del petróleo. Wadjda es una chica de 10 años que vive en los suburbios de Riad, la capital de Arabia Saudita. Aunque vive en un mundo conservador, Wadjda es divertida, emprendedora y siempre llega al límite entre lo que puede hacer y lo prohibido. Tras una pelea con su amigo Abdullah, un vecino con el que no debería jugar, Wadjda ve una bonita bicicleta en venta. Quiere desesperadamente la bicicleta para poder ganar a Abdullah en una carrera. Sin embargo, la madre de Wadjda no se lo permite por temor a una sociedad que ve las bicicletas como un peligro para la dignidad de una chica.
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