Nadie lo puede poner en duda: hay más cine por detrás del estrenos mediático de la semana, "Los Vengadores" y alguno que puede estar todo lo interesante que quiera ese público que busca algo más que entretenimiento cuando se sienta delante de una pantalla.
Que sí, que el cine español está en crisis así que se hace lo mejor que sabemos hacer: fastidiar el estreno de una de las pocas películas que han tenido una cierta repercusión en nuestros inefables medios de comunicación. Porque vamos a ver ¿estrenar "The Pelayos" el mismo fin de semana que "Los Vengadores"? ¿Enfrentar a los Lluis Homar y compañía con Samuel L. Jackson y compañía? Claro que queda la jugada maestra, el pensamiento último del productor y diseñador De la campaña de publicidad (ah, pero, ¿tenemos de eso?): Seguramente este fin de semana muchos espectadores se quedarán sin entrada para ver a los poderosos Vengadores y, claro, una vez que ya están en las salas multicines en vez de irse decidirán ir a ver otra película que con toda seguridad será "The Pelayos". Vamos que quedamos para los segundos platos. "The Pelayos" es una cinta de casino basada en hechos reales. A través de un programa informático, un grupo de tipos ha conseguido hacerse rico a través de la ruleta pero estamos ante una película. Emoción y tensión no deben faltar, algo que se intenta conseguir emulando ciertas pelis que vienen del gran Hollywood y que tanto nos han hecho disfrutar en el pasado.
A pesar de haberse quedado sin trabajo, Michel es feliz con Marie-Claire. Hace 30 años que se aman. Sus hijos y sus nietos les miman. Tienen muy buenos amigos. Se enorgullecen de sus luchas políticas y sindicales. Sus conciencias son tan transparentes como sus miradas. Pero su felicidad se hará pedazos al igual que su ventanal, cuando dos hombres armados y enmascarados les agraden, les arrancan los anillos de boda y huyen con las tarjetas de crédito. Esta es la premisa de la nueva película del francés Robert Guédiguian que después de muchos años sin saber de él en nuestras carteleras vuelve con ese cine de familia (siempre sus actores) y con cierto toque de fábula con el que tan bien sabe llegar a nuestras dormidas conciencias. Su película fue la gran triunfadora de la pasada edición de la Seminci de Valladolid. Una historia de conciencia y solidaridad social, una película con mensaje que tanta falta puede hacer ante la que nos está cayendo...
Dentro del género de terror un subgénero es el de las apariciones fantasmales. Y si es en una casa antigua y bien tétrica mejor. Y si tenemos un cazador de espíritus, mejor que mejor. De esta temática nos llega "La maldición de Rookford" estreno que viene del reino británico y seguramente gracias al cierto éxito que tuvo "La dama de negro".
"La maldición de Rookford"está ambientada en 1921, en la Inglaterra de la posguerra, donde muchos de quienes han perdido a sus seres queridos buscan consuelo en el espiritismo. Atormentada por la muerte de su prometido, Florence Cathcart dedica sus energías a desmontar presuntos fenómenos sobrenaturales sirviéndose de sistemas metódicos y racionales. Cuando le piden que visite Rookwood, un internado en la campiña inglesa, para investigar las supuestas apariciones del fantasma de un niño, ella se siente decidida a aceptar el reto. Ya en Rookwood, se pone manos a la obra, poniendo trampas y reuniendo pruebas científicas. Poco a poco empiezan a desvelarse algunos secretos, y el misterio que rodea al fantasma parece no ser más que una broma de niños. Sin embargo, cuando Florence está lista para marcharse, tiene un escalofriante encuentro que desafía toda explicación racional. Película de ambientación donde el miedo psicológico será el motor que nos mantenga sentados en nuestras butacas.
También psicológico es el thriller "Martha Marcy May Marlene", una película basada en las sectas, o mejor dicho, en sus efectos. Martha es una joven con la vida repentinamente destrozada que está intentando recuperar la normalidad tras escapar de una secta y de su carismático líder. Cuando pide ayuda a su hermana mayor Lucy, de la que estaba distanciada, y a su cuñado, Martha no puede y no quiere revelar la verdad sobre su desaparición. Cuando sus recuerdos desencadenan la aterradora paranoia de que su antigua secta podría todavía ir tras ella, la línea entre la ilusión y la realidad de Martha empieza a difuminarse y su pasado vendrá a ella de forma que el espectador irá conociendo, a través de los recuerdos de Martha, la pesadilla que tuvo que vivir durante su tiempo en la secta.
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