Una de las trilogías más poderosas de la historia del cine son las películas basadas en el personaje de Jason Bourne, creado por el novelista Robert Ludlum. Un agente especial, una verdadera máquina de matar entrenado y preparado por una sección "inexistente" incluso par las más altas esferas del gobierno llamada "Treadstone", queda amnésico en una de las operaciones que le ha sido encomendada. A partir de ahí y al mismo tiempo que Jason Bourne, papel eterno para Matt Damon que lo puso en órbita, el espectador participa con el agente de la búsqueda de su pasado para recuperar su presente y de paso ir adivinando qué demonios es Treadstone. Si la primera parte tiene un interés esencial, dirigida por Doug Liman, la franquicia adopta un tono de aire documentalista, más fiero y más frio, más apropiado al tiempo que nos ha tocado vivir gracias a la mano nerviosa pero eficaz de Paul Greengrass que es quién realmente otorga a la saga Bourne su particular pátina, la creación de un mundo cinematogrñafico nuevo y novedoso que engancha en la butaca hasta el último segundo de la saga.
Hay pocas franquicias que terminen como una trilogía y rara vez cuando dicha trilogía ha conseguido millones de dólares y una fama tal alrededor del mundo que incluso llegó a cambiar los cimientos del que hasta ese momento era el agente espía más famoso del celuloide y ese no es otro que James Bond (el renacimiento de 007 en la espléndida "Casino Royale" debe mucho a la aparición de Jason Bourne en el firmamento estelar fílmico). Pero al terminar "El ultimátum de Bourne", sabemos que la saga ha terminado.
Pero, ¿qué gran estudio es capaz de matar a la galliina de los huevos de oro en los tiempos que corren? No, Universal tampoco. Y se decidió continuar la saga de una u otra manera. En su momento fueron muchos los dimes y diretes entre Universal, Matt Damon y Paul Greengrass que fue el primero en desentenderse del proyecto. Luego fue Matt Damon quién afirmó que sin Greengrass, el rostro de Bourne no se correspondería con el suyo. Y tras la polémica, el silencio. Meses después se anuncia la continuación de la saga. Para muchos una verdadera herejía, para los más iniciados en el mundo de Bourne y Treadstone, una cierta esperanza. Y todo gracias a un nombre: el del guionista Tony Gilroy director de la más que estimable "Michael Clayton" y guionista de toda y cada una de las tres películas del agente amnésico llamado Bourne. Pues bien, este señor es el que ha osado proseguir la saga.
O mas que proseguir diremos que retomar. "El legado de Bourne" está arrancando. Una nueva visión de Treadstone está a punto de comenzar. El reto es mayúsculo y su trabajo será mirado con lupa (y con cuchillos por más de uno). Pero tengamos fe. Tengamos la fe en que Gilroy, gran conocedor del universo Bourne, haya optado por mantener el respeto a la trilogía anterior y por ende a todos los fans de la saga y que no se hay acercado a un ejercicio para llenar las arcas de los señores que le pagan. Bourne, su legado, se merece mucho. Se merece seguir siendo una de las mejores sagas que nos ha dado este principio del infausto siglo XXI.
Y, para terminar y poder hacernos una leve idea, el trailer.
En el elenco, Jeremy Renner es el nuevo agente Treadstone y le acompañan actores y actrices de la talla de Edward Norton, Rachel Weisz, Joan Allen, David Strathairn, Oscar Isaac, Stacy Keach, Scott Glenn y Albert Finney, entre otros. Algo más a tener en cuenta a la hora de analizar lo que puede ser esta película.
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