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martes, 29 de mayo de 2012

EL ALIENTO ÉPICO DE "300"



Desde que el cine es cine, los espectadores siempre hemos buscado emociones o sensaciones en la película  elegida. Reímos con una comedia, lloramos con un drama, temblamos con una película de terror o nos concienciamos con un documental. Pero nada de eso es comparable al aliento épico que poseen muchas películas. Desde “El nacimiento de una nación” de Griffith hasta nuestros días podríamos estar días nombrando títulos y títulos como “Braveheart”, “Excalibur” o “Moby Dick” y todos los peplum o películas de romanos como  “Espartaco”.  Aliento épico y heroísmo. Todo esto se respira en “300”
Las artes secuenciales, ya sea cine o cómic, se han servido de muchas fuentes para sus películas o sus viñetas y, sin ninguna duda, la más utilizada es la historia de la humanidad. A veces conocemos más de nuestra historia por la visión de una película o por la lectura de una obra literaria que por una enciclopedia. 



En el año 480 antes de Cristo, el rey persa Jerjes se propuso invadir Grecia movido por la venganza. Años antes su padre, Darío I, fue vencido en las primeras guerras médicas así que planeó su propia conquista con mucho cuidado llegando a formar un ejército con una gran flota naval (1.207 barcos según los libros de Herodoto) y un número de soldados que algunas fuentes dicen que fue de un millón. 
Atenas pidió ayuda a Esparta y su rey Leónidas acudió a la llamada de sus vecinos atenienses. La batalla más importante contra los persas sería la batalla de las Termópilas, un estrecho paso donde los persas no podían lanzar todo su ejército. Durante cinco días, 300 espartanos aguantaron las embestidas del ejército invasor al que causaron infinidad de bajas y minando la moral de las tropas persas. Cinco días, tiempo suficiente para retrasar el avance persa y permitir a la flota replegarse hasta Salamina, donde Grecia consiguió la victoria final contra la flota de Jerjes. 



Esparta fue una ciudad-estado de la antigua Grecia situada en el Peloponeso que terminó por consagrarse a la guerra y al honor y hacia estos dos aspectos estaba enfocado su sistema educativo. Los niños eran apartados de su familia y hasta los veinte años recibían una educación de gran dureza para crear soldados eficaces que lucharan por el bien de la ciudad. Al nacer el niño era examinado. Si no estaba bien formado se le conducía al Apótetas o lugar de abandono y se les arrojaba a un barranco al pie del monte Taigeto. Su fuerte sistema político-militar convirtió a Esparta en un poder temible que participó en las guerras médicas y en la guerra del Peloponeso. Sin embargo, su leyenda surgió en la batalla de las Termópilas. Todo esto se respira en “300”

Frank Miller es un guionista de comics poseedor de una carrera profesional muy personal y llena de éxitos. Es un gran admirador de la filosofía guerrera oriental como vimos en Ronin y ahora es más conocido gracias a la traslación al cine de su serie negra sobre la ciudad del pecado, “Sin City”. Ha sido renovador de muchos personajes como Daredevil (para la Marvel) al que aportó dos obras maestras como “Born again” y la saga de Electra, y Batman  al que oscureció en “Batman, Dark Knight” y “Batman, año uno” historia esta que sirvió para la celebrada “Batman Begins” de Christopher Nolan.  


La originalidad del trabajo de Miller viene dada por la concepción dramática de todos sus héroes. Suelen ser personajes solitarios, abocados a situaciones personales dramáticas que parecen superarles y que participan de una sociedad con la que no están totalmente de acuerdo o sencillamente al margen de ella. Pero también son personajes valientes, íntegros en la defensa de sus convicciones y sin miedo a la acción ante la situación a la que se enfrentan. Y finalmente y en esencia son seres trágicos. Son las características del héroe de Miller, desde Batman hasta el Marv de Sin City, pasando por Ronin. Pero Miller va mucho más allá. Ha conseguido para sus personajes un aura especial, un héroe que por encima de su dolor está el honor convirtiéndolos así en seres mitológicos. El mundo de la mitología es la razón de ser del trabajo de Miller. Las páginas de sus cómics son mitología pura. Y todo eso,  se respira en “300”


“300”, la película, comienza con la imagen de un recién nacido que es asomado a un barranco en espera del respeto de los dioses. Una vez aceptado en la sociedad espartana, el bebé irá creciendo en un entorno familiar donde la violencia y el entrenamiento es la causa de su vida, violencia y entrenamiento militar que seguirá en una academia ya separado de su familia. Al llegar a la adolescencia es abandonado fuera de la ciudad donde deberá luchar por su supervivencia. Sin abrigo, sin comida y sin armas terminará enfrentándose a un gran lobo. Pero el niño no tiene miedo. Las técnicas y las tácticas aprendidas durante todos estos años le servirán para triunfar sobre la bestia y volver a la capital de Esparta.


Años después, ese niño es Leónidas, rey de Esparta. El y su mujer, Gorgos, conocerán los planes del rey Persa Jerjes a través de un embajador enviado por él. Recibido por Leónidas, el embajador les informará que Jerjes busca que se le otorgue tierra y agua como prueba de sumisión. Leónidas, junto al apoyo de su mujer, lanzará al enviado de Jerjes y sus acompañantes a un profundo pozo. Leónidas sabe que la guerra está cerca y con ella, toda Grecia y su ideal de libertad  democracia en peligro. El rey se someterá a los designios del oráculo que no le son favorecedores y le deniegan su marcha a la batalla: Desoyendo el consejo, Leónidas juntará a su guardia personal, formada por 300 hombres, y partirá hacia el estrecho paso de las Termópilas donde se enfrentará al más grande ejército jamás creado. 300 espartanos contra un ejército de 250.000 efectivos formados por soldados, monstruos, carruajes, elefantes, rinocerontes y los inmortales, la guardia personal del rey Jerjes, en una guerra que se convirtió en leyenda y que permitió el origen de la civilización occidental tal y como la conocemos hay en día.


“300” completa el círculo de la pasión de Frank Miller por esta historia. Escribió y dibujó “300”, sin olvidar a su colorista Lynn Varley, fascinado por una película que vio de pequeño y que llevaba por título “Los trescientos espartanos” y que aquí se conoce como “El león de Esparta”. Esta película también narra la batalla de las Termópilas pero desde un punto de vista más histórico y con todas las características del peplum o cine de romanos.


Esta nueva versión no bebe de fuentes históricas ni de “El león de Esparta”. Sólo del cómic de Miller. Su director es Zack Snyder, un forofo de la revista de cómic “Heavy Metal” y ha respetado al máximo la estética de la obra de Miller y Varley creando una película con un estilo parecido al realizado en “Sin City”. Destacar los nombres de Gerard Butler como Leónidas, Rodrigo Santoro como el rey Jerjes y Lena Headey en el papel de la  reina Gorgos. Como veis nombres poco conocidos y es que según el director, la única superestrella debía ser la misma película Para esta recreación los actores estuvieron seis meses actuando frente a las famosas pantallas verdes y azules sobre las que luego se digitalizaban los fondos. Pensar que de los 1.500 planos de la película, al menos 1.300 tienen un efecto visual incorporado y alguno muchos más. Snyder, que proviene del campo de la publicidad, comenzó filmando “El amanecer de los muertos”, tras rechazar una oferta por “Los hombres de Harrelson”. Para muchos “El amanecer de los muertos” es mucho mejor que “Zombie”, la película que copia Snyder.


“300”, al contrario que su antecesora, no es una película histórica aunque se base en un hecho real. Es pura ficción que respeta e incluso mejora el trabajo de Miller. “300” es una gozada llena de fuerza, heroísmo, tragedia, épica y honor. Y todo ello junto a la excelente factura técnica del equipo hacen de “300” cine total.

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martes, 22 de mayo de 2012

TEASER TRAILER DE BOND 23: SKYFALL

 No es que Pierce Brosnan lo hiciese mal en su papel de James Bond ya que la franquicia subió la cuenta corriente de sus productores como la espuma pero todos los fans de la serie más longeva de la historia del cine estaba entrando en un callejón sin salida. Y en estas llegó Jason Bourne y los "padres" del agente 007 descubrieron el nuevo camino a seguir. Había que refundar al mito, adecuarlo a los tiempos que corrían y Brosnan fue cambiado por Daniel Craig.


Pero no sólo eso cambió. El agente al servicio de su majestad se convertía en un tipo más duro sin un ápice de comicidad en sus misiones. Deslumbró la película "Casino Royale" un "reboot" en toda regla que plantaba (y de qué manera) las bases del nuevo James Bond. A esa espléndida película le siguió la debacle. Lo que debía ser una continuación a "Casino Royale" se convirtió en un espanto donde el guión era un pastiche de relleno alimenticio que no aportaba absolutamente nada al mito (y a su nuevo resurgir) y donde el director no supo emular el estilo Bourne conviertiendo la película en una sucesión de planos entrecortados, tantos, que en comparación nuestro "querido" Michael Bay parecía Kiarostami a su lado.


Y luego vino la hecatombe. La Metro parecía hundirse por la crisis. El nuevo proyecto Bond quedaba cancelado. Pero nada ni nadie puede con 007 y le han hecho volver ¿merecerá la pena esta tercera parte a la que han dado por titular Skyfall? Por ahora debemos conformarnos con el teaser-trailer. Muy pronto volveremos con Bond, James Bond.


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miércoles, 16 de mayo de 2012

PESADILLAS DE CINE. HANNIBAL LECTER



En el año 1991, una película como “El silencio de los corderos” conseguía el oscar. Era la primera vez en todos sus años de historia que la Academia de Hollywood otorgaba el premio a una película inscrita en el género del thriller. Pero no sólo ganó el oscar a la mejor película. También se llevó el de director, actor, actriz y guión adaptado. Era la culminación oficial al grandísimo éxito que la película había tenido tanto entre el público como entre la crítica (cosa que raras veces suele suceder). Este éxito fue conseguido gracias a la conjunción de una serie de elementos que encajaron a la perfección como la mezcla de thriller psicológico y película de terror, el ambiente asfixiante creado por el director o la grandísima interpretación de dos actores como Jodie Foster y Anthony Hopkins. Pero sobre todo esto estaba un personaje: Hannibal Lecter.


Sin embargo es un personaje del que el espectador sabe pocas cosas pero las suficientes para que nos encontremos irremediablemente fascinados de forma malsana por él. Es un doctor en psiquiatría, con formas de caballero y exquisita educación, poseedor de una mente privilegiada y gran conocedor de la mente humana que le permite jugar al gato y al ratón con sus adversarios. También es gran amante de las artes como la literatura, la pintura o la ópera y degustador de la buena cocina. Puede parecer increíble que detrás de todo esto se esconda un verdadero psicópata cuyo primer placer es el de cocinar partes de sus víctimas. 




Hasta ese momento las películas de terror siempre habían presentado el conflicto entre el bien y el mal de forma muy identificable. Había buenos que suelen ser gente honesta, inteligente, de buena presencia y luego malos que suelen ser personajes indeseables y desagradables llenos de taras físicas o psíquicas. Pero nunca se había creado un personaje que guardara las características propias de estos dos conceptos. Esta dualidad, ese encaje entre el bien y el mal dentro de una misma persona (junto a la perfecta interpretación de Anthony Hopkins) y el misterio que encierran su mente y  sus actos hacen a Hannibal, el caníbal, un personaje atractivo y sugerente, llevando la confusión a la mente de los espectadores. Nunca un psicópata había sido retratado de esta manera en  una película.


Aunque no fue su primera aparición en el cine, Hannibal Lecter se hizo famoso con “El silencio de los corderos”. Y tiene su gracia ya que el personaje que interpreta Hopkins es un personaje secundario en la trama (en un principio) porque posteriormente, en la segunda parte de la película cobra protagonismo. Todos recordamos la historia. Clarice, el personaje de Jodie Foster, visita varias veces al afamado psicópata para que les ayude a encontrar a otro de su especie, un tipo llamado Bufalo Bill que arranca la piel de sus víctimas, todas adolescentes. Hannibal Lecter se convertirá en el rey de la función, en una especie de Mefistófeles que marca los tiempos y las reglas y aunque dará la ayuda, a cambio Clarice deberá ir vendiendo trozos de su alma para sonsacarle la información y para disfrute de Hannibal.


Esa mezcla de fascinación y repulsión sería la base para su secuela, diez años después, y dirigida, en este caso, por Ridley Scott. A través de su cine estético, Scott nos presenta a un Hannibal inalcanzable para el ser humano, ya por encima del bien y del mal como demuestran sus dos perseguidores en la película. La parte del bien la representa el policía italiano que cegado por la ambición busca cobrar la recompensa y la parte del mal su antiguo paciente y víctima, Mason Verger que busca su venganza. Ambos fracasan y Hannibal queda convertido en una especie no ya de diablo pero sí de Anti-Dios. En su nueva posición ya no podrá dar marcha atrás a pesar de la relación tan especial con Clarice Sterling que en esta segunda parte se intensifica aunque siempre vista desde la imagen deformada por la psique enloquecida de Lecter. Dos ejemplos: La eliminación del personaje de Ray Liotta donde Lecter ofrece, como un animal, su caza a Clarice y la escena de la amputación de la mano.


Ya hemos comentado antes que la primera aparición de Hannibal Lecter no fue en “El silencio de los corderos”. Este personaje nació de la novela “El dragón rojo” que al igual que “El silencio de los corderos”  y la posterior “Hannibal” son obras del escritor Thomas Harris. Convertido en estrella y en una máquina de hacer dinero, el productor Dino de Laurentis, volvió a la primera obra de Harris para narrar unos sucesos que ocurrían tiempo antes que los sucesos relatados en “El silencio de los corderos”. Y hemos dicho volvió porque De Laurentiis ya había llevado a la pantalla “El dragón rojo” mucho antes de que Hannibal Lecter se convirtiera en el personaje que es. En el año 1986 produjo esta versión que llevaría por título “Hunter” y que se encargó de dirigir Michael Mann. En la película de Michael Mann, que a duras penas aguanta el paso del tiempo porque viene lastrada por la forma de hacer cine de los años ochenta, el personaje de Hanibal Lecter está interpretado por un correcto Brian Cox aunque también es verdad que en este caso su papel es casi, casi, anecdótico. (Apenas sale cinco minutos en la película). 


Claro está que entonces nadie tenía interés en el señor Lecter y después de la película nadie lo tuvo, lo que le da más importancia a la interpretación que sobre Lecter realizaría años después y de forma magistral Anthony Hopkins, haciendo suyo el personaje y dándole un rostro para la eternidad. En la nueva versión, titulada ya “El dragón rojo”, Hannibal Lecter tiene un mayor protagonismo que en “Hunter”. En este caso el policía que consiguió descubrir a Hannibal, el caníbal, y meterlo en la jaula de cristal que todos conocemos, debe volver a él para sonsacarle información sobre un psicópata que mata en las noches de luna llena y que ha acabado con la vida de dos familias en un extraño asesinato ritual.


El problema que tiene Brett Ratner, el director de “El dragón rojo”, es que busca repetir los esquemas de “El silencio de los corderos” (al fin y al cabo la historia de ambas es bastante parecida) en vez de buscar nuevos caminos, cosa que sí hizo, y de forma muy sabia, Ridley Scott, en Hannibal.  Y es lo que perjudica la película, ya que es imposible no compararla con la película de Jonathan Demme que resulta ser infinitamente superior a “El dragón rojo”. De todas maneras la película se deja ver y cuenta con un plantel de actores impresionante, empezando por Edward Norton, verdadero protagonista de la función en el papel de policía y  continuando por Ralph Fiennes, Emily Watson y Harvey Keitel, aunque le sobra el final efectista, un giro de guión innecesario que, por cierto, la película de Michael Mann no contempla. Y la escena final es un guiño para todos los fans de esta franquicia. Porque, ¿alguien dijo que el personaje de Clarice no sale en “El dragón rojo”?


A pesar de todos los años de historia de Hannibal Lecter, conocemos más bien poco de su pasado. Son muchos los que buscaban saber más sobre este querido personaje. He de decir, a título personal, que yo prefiero dejar a Hannibal tal y como está, con ese manto de misterio sobre su pasado que lo hace tan atrayente. Pero parece ser que a Dino de Laurentiis cada vez le atosigaban más con la misma pregunta: “¿Por qué Hannibal Lecter es como es?” Y ante tanta insistencia se puso en contacto con Thomas Harris de nuevo y le lanzó esta idea: contar el origen de Hannibal. Y se pusieron a trabajar en la idea. Y el resultado de este trabajo fue “Hannibal, el origen del mal”.


Por primera vez en la vida de Hannibal Lecter, la historia no parte de una novela de Thomas Harris aunque sí es cierto que el guión de la película está escrito por el mismo autor. El director, en este caso, en Peter Webber, reconocido director por “La joven de la perla”. Parece extraño que el director de esta película intimista se encuentre metido en semejante proyecto pero como él mismo ha dicho, estaba harto de que sólo le propusieran guiones sobre pintores y sobre personas encerradas en una habitación que no se decían nada. Quería hacer algo diferente y lo encontró con la llamada de los De Laurentiis. ¿Y el personaje de Hannibal Lecter?. Estaba muy claro que Anthony Hopkins no podía interpretar al Hannibal adolescente. Entonces, ¿quién sería el elegido para el famoso personaje? ¿Qué actor puede estar tan loco como para ponerse en la piel de un joven Hannibal Lecter sabiendo que puede ser crucificado por las legiones de fans y por la crítica especializada? Pues bien, su nombre es Gaspard Ulliel, un actor francés poco conocido que ha participado en “Largo domingo de noviazgo” (es el novio perdido que busca el personaje de Audrey Tattou) y también protagonizó “Fugitivos” junto a Emmanuelle Beart, película de André Techiné, donde crea un personaje que, vista “Hannibal, el origen del mal” está claro que se sirvió del él para su interpretación de Hannibal Lecter.  Y sale airoso de un papel tan difícil al que lleva a su terreno. Y aunque sea un nuevo éxito de taquilla,  “Hannibal, el origen del mal” es una película desaprovechada que no aporta nada nuevo a tan interesante personaje, más bien al contrario. La película acaba con ese halo de misterio que le rodeaba y le da una justificación para hacer lo que hace. Cosa que lo devuelva al cajón de tantos y tantos otros psicópatas de turno. Y eso, un tipo tan desagradablemente fascinante como Hannibal Lecter, no se lo merece.




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lunes, 14 de mayo de 2012

PELEADO CON EL ÓSCAR: LEONARDO DICAPRIO


¿Qué debe hacer, que tipo de registro debe superar un actor como Leonardo DiCaprio para conseguir a tío Oscar? ¿Qué clase de miopía contagiosa parecen tener sus compañeros de academia para arrinconarlo una vez sí y otra también? Tal vez podamos entender que DiCaprio todavía es joven y ya llegará al momento de tener su premio y que por delante de él aún quedan unos cuantos a los que agasajar. Pero este mismo caso es el que podríamos achacar a un actor como el hoy totalmente alicaído Harrison Ford, un actor que en los años 80 se desligó de su imagen de Han Solo e Indiana Jones y se embarcó en otro tipo de proyectos como "Blade Runner", "La costa de los mosquitos" o "Único testigo" película por la que consiguió una nominación al Oscar. No lo consiguió entonces y su posterior carrera ha desmentido que en un futuro, cuando estuviera algo más madurito, lo podría conseguir. Pero ni su intervención en "Territorio Prohibido" una de esas películas de tintes sociales que parecen encantar (a veces) a los miembros de la academia le ha servido para una nueva nominación. Claro que siempre nos quedará ese oscar honorífico a toda una carrera que se le da un actor antes de abandonar nuestro mundo. Puede ser el caso de Harrison Ford y esperemos que no lo sea también de Leonardo DiCaprio, un grandísimo actor que no se merece esa "suerte".


Porque DiCaprio despuntó bien jovencito. Obviando su primer papel protagonista en la tercera entrega de la saga "Critters" (seguramente solo unos pocos se acuerdan de ella, por fortuna) una película de bichitos malos que surgió a la estela del éxito (éste sí reconocido) de "Gremlins" y que más que olvidable es infumable (si la primera entrega ya era vacía, qué decir de la tercera), DiCaprio sorprendió a propios y extraños con un fabuloso papel de hermano retrasado de Gilbert Grape, ensombreciendo a los verdaderos protagonistas de la historia, Johnny Deep y la hoy retirada del cine y dedicada a la música, Juliette Lewis. "¿A quién ama  Gilbert Grape?" le valió su nominación al mejor actor secundario. Pero claro, era demasiado joven: tenía 19 años y toda una carrera por delante para llevarse la dorada estatuilla.





Tras participar en otro tipo de películas como "Vidas al límite", "Vida de un rebelde" o "Rápida y mortal" (al servicio de Sharon Stone), Leonardo Dicaprio es elegido para ser el protagonista de cierta megaproducción que hasta hace bien poquito era la película más taquillera de la historia del cine. El sueño megalómano de James Cameron era "Titanic" y el director de "Terminator" y "Aliens, el regreso", no lo olvidemos, escogió a Leonardo DiCaprio para su megaproducción. Una megaproducción que lleva recaudadas a lo largo de su historia la friolera de dos mil millones de dólares y que obtuvo catorce nominaciones de las que la película se llevó once. Leonardo DiCaprio ni siquiera fue nominado. Personalmente puede que no haya sido su mejor actuación pero su personaje lo convirtió en ídolo de quinceañeras. Queremos creer en descargo a los miembros de la academia del cine que su no nominación fue un aviso para navegantes, un "por aquí no, amigo, tu vales mucho más que todo lo que interpretas en "Titanic", busca nuevos retos". Y se quedó sin Oscar.



Puede que fuera así y puede que algún amigo de la academia (porque suponemos que debe tenerlos) le indicó el camino. Y es entonces cuando DiCaprio decide hacerse mayor. Sobre todo después del fiasco de "La playa" donde muchos quisieron ver una continuación en su carrera como ídolo de jovencitas con las hormonas desatadas y se embarca en películas junto a directores consagrados. Es aclamado por "Atrápame si puedes" de Steven Spielberg, se le puede ver en "Red de mentiras" dirigida por el irregular Ridley Scott, vuelve a querer despertar conciencias con "Diamante de sangre" un muy buen ejemplo de como se puede hacer cine denuncia sin abandonar el cine espectáculo y repite junto a Kate Winslet en "Revolutionary road" de Sam Mendes una película donde se ve claramente que lo de ídolo de jovencitas es cosa del pasado en una de las películas más demoledoras de la clase media norteamericana que se han podido sufrir en mucho tiempo. Pero ni por esas.



Y es que tal vez el convertirse en actor fetiche de un director como Martin Scorsese no le hiciera más que un flaco favor. La genialidad de Scorsese está fuera de toda duda y aunque se mantiene en el mundillo (al contrario de muchos de sus contemporáneos) sus trabajos quedan lejos de aquellos que asombraron al mundo en los lejanos años 70. Ni que decir tiene que Scorsese no había conseguido oscar al mejor director, cosa que le emparentaba con diCaprio porque, vamos, que el director de películas como "Toro salvaje" no tuviera la estatuilla...
Y Scorsese se embarca en películas consagradas al oscar y embarca con él a Dicaprio. Busca el premio de forma escandalosa y este deseo influye negativamente en sus películas. No negaremos que son películas poderosas pero no consiguen librarse de ese tufillo, películas a las que se le notan las costuras, películas que buscan agradar a los miembros de la Academia. No lo consigue ni con la desmesurada "Gangs of New York" ni con "El aviador" tal vez una de las más academicistas películas filmadas por el director italoamericano. Y en la tercera colaboración entre Leonardo y Martin suena la flauta. "Infiltrados" también es una película poderosa y Scorsese vuelve al mundo gangsteril en el que tan bien se mueve. Y a Scorsese parece que le ha llegado su hora y sale premiado. Ya es mayorcito y ya toca. No importa que sea un remake de una película oriental, ni que no sea una de las mejores películas del director (tal vez es su película más cercana a los cánones de Hollywood) pero es su hora. ¿Y Leonardo Dicaprio? Vuelve a quedarse con las manos vacías.



Y después de repetir con Scorsese en la amada/odiada "Shutter Island" y protagonizar una de las mejroes cintas de ciencia-ficción de los últimos años, el "Origen" del aclamado Christopher "Batman" Nolan  DiCaprio se alía con uno de los directores más creativos y a contracorriente que tiene el mainstream ollywoodyense: el doblemente oscarizado Clint Eastwood. Y realiza otra de sus portentosas interpretaciones convirtiéndose en Edgar J. Hoover, uno de los personajes más controvertidos, odiados y temidos de la historia de los Estados Unidos. Pero Leonardo diCaprio ha llamado tarde a la puerta del éxito de Eastwood. El veterano director ya ha sido reconocido suficientemente y aunque su película esté por encima de muchas de las nominadas en la cosecha del 2011 (oscars 2012), "Edgar" queda silenciada en las nominaciones y con ellas la nueva actuación para enmarcar de DiCaprio.



Y volvemos al principio:¿Qué debe hacer, que tipo de registro debe superar un actor como Leonardo DiCaprio para conseguir a tío Oscar?. Claro que tal vez estemos equivocados y el rechazo por parte de la academia (sus compañeros) a darle la dorada estatuilla no tenga que ver con la envidia por su saber a la hora de actuar sino más bien con la envidia (acompañada de un poquito de lujuria) de ver las compañías sentimentales que se gasta el amigo DiCaprio. Y si es por eso, estamos de acuerdo.




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lunes, 7 de mayo de 2012

CRÍTICA: LA NECESIDAD DE "LAS NIEVES DEL KILIMANJARO"

 Una vez visto el film "La nieves del Kilimanjaro" cabe preguntarse si el cine de su director, el francés Robert Guédiguian ha cambiado con el transcurso del tiempo. Y la respuesta es afirmativa siempre y cuando ensamblemos su obra y su personalidad. Porque el cine de Guédiguian es subjetivo al pensamiento social y político de su creador: su cine es inherente a su personalidad. Los años (y la experiencia de la vida) hacen madurar a las personas y Guédiguian no es ninguna excepción. Su visión es más madura, tal vez más pétrea pero sabe que sus películas tienen una misión, un mensaje que dar al espectador.




"Las nieves del Kilimanjaro" tiene todas las virtudes y defectos de su cine. Guédiguian no es precisamente un director atractivo a la hora de afrontar el entorno visual de sus películas. Su importancia reside en su mensaje algo que no deja de ser criticable pero que a la hora de la verdad y visionando sus películas, funciona a la perfección. Sabe manejar personajes  y situaciones y en este nuevo film sabe incluso despegarse algo más de la película, una película que sabe andar sola. "las nieves del Kilimanjaro" no deja de ser una película militante, ese tipo de films que buscan remover conciencias dormidas. Pero hay algo más en este nuevo trabajo: La entonación de un "mea culpa" de su generación. El asalto al hogar de los protagonistas, un matrimonio muy concienciado con su actividad política y sindical, sirve a Guédiguian para hacer resaltar el aburguesamiento de cierto sector de la clase obrera que se ha ido "apalancando" con los años, (tal vez él mismo entre ellos) y ha dejado sin protección a sus descendientes que se enfrentan a una de las crisis más salvajes que se han podido vivir en estos últimos años.


Este golpe de efecto contrasta con los primeros minutos de la película en la cual descubrimos a una serie de personajes de la clase trabajadora enfrentándose como bien puede a una situación laboral y económica que se les va de las manos (el personaje de Darroussin es un sindicalista que lleva su oficio hasta el  extremo de ser integrante de un sorteo en el cual veinte personas serán despedidas por el bien de la empresa y el de su mujer, Ariane Ascaride, se dedica a limpiar por las casas y acepta con orgullo el acto de su marido) en un canto a la solidaridad que bien lejos queda de la realidad.


Y aquí se plantea un nuevo dilema: ¿Qué hay de realidad en una película como "las nieves del Kilimanjaro"?. Viendo el film se tiene una cierta sensación utópica, la sensación de que personas así ya no existen. Y es entonces cuando entran en juego los engranajes del cine de Guédiguian: la fábula moral que tan bien maneja y que suele imprimir a muchas de sus películas. Pero si en su celebrada "Marius y Jeanette" la fábula era el motor de todo su metraje, en "Las nieves del Kilimanjaro" el mundo ha cambiado y el dolor y el mal es mucho más cercano. Pero no un mal cualquiera sino un mal social, un mal de desesperación y de soledad. "Las nieves del Kilimanjaro" es, por supuesto, una fábula moral pero la realidad, en este caso, también puede vislumbrarse formando un contrapunto que que convierta al fil en una mezcolanza (salvando las distancias, entre "Marius y Jeanette" y "La ciudad está tranquila" tal vez su trabajo más desolador.


Y aparece el problema generacional. Guédiguian vuelve a hacer de profesor, mostrando "el" camino. Es capaz de culpar a su generación y con la película pide más que exige (Guédiguian ha madurado, ya lo hemos dicho) que se ponga de nuevo en marcha, que quedaron muchas cosas en el camino por hacer, que las nuevas generaciones, sus descendientes, necesitan un faro que les guíe, que hay que seguir luchando aunque sea con armas distintas a las de antaño y que no todo está perdido. "Las nieves del Kilimanjaro" es un canto a la movilización social (seguramente muchos "progres" de pro aplaudirán a rabiar la película sin advertir que el dedo acusador del director francés recae totalmente sobre ellos) pero limitada a salvar a las personas más que a una sociedad que ya parece perdida. Hay que empezar desde abajo, poco a poco, salvando, como es el caso de la película, a dos chavalines que pueden caer en los mal llamados "servicios sociales".


No vamos a negar que el cine de Guédiguian pueda ser tendencioso y a veces demasiado didáctico como si sólo él y su "troupe" de actores poseyeran la verdad. Pero en su defensa cabe decir que "Las nieves del Kilimanjaro" es una película sincera, en la que no se pretende engañar a nadie y mostrar algo tan amplio y a veces tan olvidado como es la solidaridad. Porque solidarios son (casi) todos los personajes que pueblan el zoo humano de esa Marsella que la familia cinematográfica Guédiguian tanto ama; sinceros son los objetivos que se marca el director y humano muy humano todo el tapiz de personajes que hacen de "Las nieves del Kilimanjaro" una película necesaria. 



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domingo, 6 de mayo de 2012

LOS VIERNES ESTRENO: RESACA POST-VENGADORES


Los  de American pie se reencuentran después de haber estado junto unas ocho películas ni más ni menos... Así que titular la nueva película como "Americna Pie: el reencuentro" suena a perogrullada porque parece que nunca se habían ido. Sea como sea están otra vez aquí: ttodos los personajes de American Pie a los que conocimos hace algo más de una década regresan a la reunión del instituto. Durante ese esperado fin de semana, descubrirán qué ha cambiado, quién no ha cambiado, y que el tiempo y la distancia no pueden con los lazos de la amistad. En el verano de 1999, cuatro adolescentes de una pequeña ciudad de Michigan decidieron que ya era hora de perder la virginidad. Años después nos enteramos de que Jim  se casó con Michelle, pero que Kevin  y Vicky  se separaron. Oz  y Heather  también se distanciaron; y Finch todavía echa de menos a la madre de Stifler, que sigue igual que siempre. Estos grandes amigos regresan como adultos, dispuestos a recordar y a inspirarse en los desaforados adolescentes que fueron antaño. Imprescindible únicamente para sus fans pero... ¿conseguirán nueva hornada de fanáticos en las nuevas generaciones?






El fracaso en la taquilla americana de "Los diarios de Ron" hizo que Johnny Dep, su actor protagonista lanzara una diatriba contra la inteligencia de sus propios "paisanos". Ahora es el momento de saber si la inteligencia de los paisanos de Deep es la que dice él que es o es que realmente la película deja mucho que desear. Basada en la primera novela escrita por Hunter S. Thompson, la película Los diarios del ron narra la cada vez más desquiciada historia del itinerante periodista Paul Kemp (Johnny Depp). Cansado del ruido y la locura de Nueva York, así como de los opresivos convencionalismos de unos Estados Unidos en las postrimerías de la era Eisenhower, Kemp viaja a la prístina isla de Puerto Rico para trabajar en un periódico local, The San Juan Star, dirigido por el apesadumbrado editor Lotterman (Richard Jenkins). Perfectamente adaptado a la rutina de la isla, que básicamente consiste en sumergirse en ron, Paul se siente inmediatamente fascinado por Chenault (Amber Heard), una mujer de Connecticut, de salvaje belleza, y novia de Sanderson (Aaron Eckhart). Sanderson, un hombre de negocios implicado en sospechosos asuntos inmobiliarios, es uno más del creciente número de empresarios norteamericanos decididos a convertir Puerto Rico en un paraíso del capitalismo al servicio de los más pudientes. Cuando Sanderson encarga a Kemp que le escriba un artículo a favor de su último proyecto deshonesto, el periodista se encuentra ante la disyuntiva de utilizar sus palabras para beneficiar económicamente a los corruptos empresarios, o bien emplearlas para desenmascarar a esos bastardos.



Desde Corea del sur nos llega el trhiller "El hombre sin pasado" que se ha convertido en un éxito de taquilla en su país.La eficacia de los coreanos a la hora de rodar un thriller está más que contrastada gracias a películas como "The yellow sea" o "Encontré al diablo" así que para aquellos que son reacios a los rasgos orientales...
Tae-shik es un prestamista que vive sólo en un edificio donde su única amiga es So-mi, la hija de 10 años de su vecina que trabaja como bailarina exótica. Un día ésta comete el error de robar un paquete de droga a unos mafiosos y esconderlo en casa de Tae-shik. Al descubrirlo, los mafiosos destrozan su casa y secuestran a la niña y a la madre, obligando a Tae-shik a hacer una peligrosa entrega para ellos. Pero lo que estos no imaginan es el oscuro y violento pasado de Tae-shik, y el infierno que desatará a su paso con tal de liberar a su joven amiga. Violencia estilizada y estética muy cuidada son características de este tipo de películas que no deja indiferente al espectador.


¿Hasta dónde llegan los límites en una pareja? ¿Qué pasa cuando la pasión se enfrenta a la razón? ¿Cómo ser fiel y no renunciar al deseo? Carla (Astrid Bergès-Frisbey) y Bruno (Llorenç González) creen tener respuestas para todo hasta que en su vida aparece Rai (Álvaro Cervantes), un joven atractivo y misterioso que vive al margen de las normas. En esta historia sobre el amor y la amistad las fronteras se disuelven a ritmo de break y funky para ofrecernos una visión provocadora, excitante y profundamente conmovedora de las relaciones sentimentales. Una relación a tres, un elemento perturbador que se cuela en la pareja y que remueve sentimientos que parecían dormidos. Esta es la trama de "El sexo de los ángeles" la apuesta española de la semana.


Nadie puede discutir que el héroe de acción de este nuevo siglo no es otro que Jason Statham, fiel y digno heredero de los Stallone, Schwarzenegger y sobre todo con Bruce Willis del que guarda ese aire entre simpático y canalla. No quiere decir eso que haya participado en buenas pelis porque bodrios como la tercera parte de Transporter o la segunda de "Crank" son como para volverle la espalda pero lo cierto es que el tipo cumple con todas ellas. Ahora vuelve con "Safe" donde es Luke Wright  un luchador mediocre del circuito de artes marciales mixtas de Nueva Jersey. Cuando echa a perder un combate amañado, la mafia rusa decide dar ejemplo con él, asesina a su mujer y amenaza con matar a cualquiera con quien establezca cualquier tipo de amistad o relación. Algo gordo empieza a cocerse cuando aparece en Nueva York Han Jiao, jefe de las tríadas, y le da a Mei un número secreto para que memorice. Mei  es una niña china, verdadero prodigio de las matemáticas a sus 10 años de edad, que es secuestrada de su hogar en Nankin por las tríadas; el cabecilla de las tríadas, Han Jiao, la envía a Estados Unidos, donde servirá como "contadora" de sus negocios de extorsión. Tríadas, mafia rusa y policías corruptos entran en el tablero. Y ni decir tiene que nuestro vecino Statham se verá envuelto en el follón como protector de la fabulosa niña. Dirige Boaz Yakin que muchos años atrás nos sorprendiera con aquella pequeña maravilla que tanto dio que hablar en su momento y que era "Fresh", pero los tiempos cambian que es una barbaridad.

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viernes, 4 de mayo de 2012

LAS PELICULAS DEL 2012: LOS MERCENARIOS 2

Listado Sylvester Stallone, Jason Statham, Jet Li, Dolph Lundgren, Chuck Norris, Jean-Claude Van Damme, Randy Couture, Terry Crews, Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger.





Sinopsis: En una de sus misiones suicidas algo sale mal y uno de sus miembros cae abatido. El resto del grupo clama venganza y se lanza a la acción. Claro que no todo será fácil y se verán envueltos en un problema que incluso podría alterar la paz mundial.


Resultado: Pero que viejos somos, pardiez. Una explosión de cine de acción de los años 80 y 90, para darse un homenaje de aquellos que la juventud de hoy no puede entender.


Momentos: Dos que prometen ser memorables. Uno: pelea entre Stallone y Van Damme (y mira que renunció a salir en la primera parte). Cuanto tiempo pensando en quien ganaría una pelea entre estos dos y ahora podemos verlo en pantalla: un sueño frikie hecho realidad Y dos: el amigo Schwarzenegger asomando la jeta y diciendo algo así como "I'm back!".


Trailer: Sin más preámbulos. Ya tenemos ahorrados unos eurillos para el cartucho gigante de palomitas.





Postdata: Un cameo de... ¿Novak Djokovic? ¡Por Odín! Esta peli no tiene desperdicio.

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miércoles, 2 de mayo de 2012

LAS PELICULAS DEL 2012: DARK KNIGHT RISES. TRAILER DEFINITIVO

Muchas son las películas esperadas este año pero de entre ellas, una está por encima de las demás (vale, con el permiso de Prometheus") y esa nos es otra que la tercera y última parte de la saga de Batman que Christopher Nolan y equipo han llevado a cotas inmejorables de calidad. Muy difícil será el conseguir el bombazo de "Dark knight" ya que esta vez no tenemos el factor sorpresa y estamos esperando algo parecido en esta nueva entrega. Por suerte y tras ver "Origen" a nadie le puede quedar la duda que el fin de la trilogía será una película inteligente tal y como nos tiene acostumbrados el señor Nolan. Sea como sea, vean y disfruten el siguiente trailer, parece ser que el definitivo, y vislumbrarán que a los Nolan y compañía le siguen sobrando las ganas. ¿o no os sabe a poco semejante trailer?
Afortunadamente cada vez queda menos...


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